Corre la noticia por parte de José Pirillo, ex propietario del diario La Razón, que Héctor Magnetto le reconoció que tramitó ante Videla, la apropiación de los hijos de desaparecidos a Ernestina Noble. Además Pirillo denunció como fue despojado de su diario, ante la Asamblea de accionistas de Papel Prensa.
 
"Magnetto me dijo que él tenía suficiente poder como para representar  a la señora de Noble porque era el albacea de los hijos de la señora de  Noble y además él se los había gestionado ante Videla", señaló Pirillo  durante la asamblea.
 
En tanto, en la misma reunión, la ex accionista de Papel Prensa,  Lidia Papaleo de Graiver, brindó su testimonio de cómo la obligaron a  desprenderse su participación en la empresa. Pirillo relató de forma  explícita, según consta en un acta labrada por una escribana, "la experiencia vivida en esta empresa" desde que  compró el diario La Razón.
 
"Me encontré -dijo Pirillo- con imposiciones que me querían poner los  sindicatos en acuerdo previo con la Junta Militar efectuado con motivo  de la adquisición o la expropiación de las acciones de Papel Prensa".
 
Recordó que "el 3 de abril de 1985 fue la primera vez que vengo a  Papel Prensa, porque compré las acciones de La Razón el 29 de marzo de  1985. Fui informado por Patricio Peralta Ramos de los mecanismos que se  habían utilizado para la supuesta compra de acciones".
 
"Le manifesté -agregó- que yo no encontraba en la contabilidad de La  Razón los aportes efectuados por La Razón. Me contestó que no los iba a  encontrar porque realmente no se habían hecho aportes sino que los  aportes que debían hacer los tres diarios a Papel Prensa se habían  efectuado vía retornos que pagaban las empresas constructoras de la  planta de Papel Prensa".
 
Detalló que "dentro de los acuerdos previos que me dijeron que  existían, estaba no publicar en los tres diarios nada que atentase  contra la Junta Militar, porque a su vez ponía en peligro la democracia  que recién se había instalado en el país".
 
"En ese momento le manifesté al señor Magnetto que yo le reconocía el  carácter de Gerente General pero que existía un convenio de sindicación  de dueños de los tres medios y que por consiguiente le solicitaba la  presencia o quería hablar con la señora Ernestina de Noble. Montó en  cólera por mi postura y me dijo que él tenía suficiente poder como para  representar a la señora de Noble porque era el albacea de los hijos de  la señora de Noble y además él se los había gestionado ante Videla",  remarcó.
 
Explicó que "los otros enfrentamientos que tuvimos en mi transcurso  acá en Papel Prensa fue justamente por la apropiación que estaban  haciendo los tres diarios en forma ilegal de los bienes de la empresa  vía manipular el precio de venta a los tres diarios".
 
En ese sentido aclaró que de casi 13.000 toneladas que se producían,  8.500 se llevaba Clarín, 2.500 se llevaba La Nación, apenas 1.000 La  Razón y el resto, unas 300 toneladas, se les vendía a otros diarios.
 
"Al ver lo exiguo de la cantidad me pareció que era una burla en la  Memoria del balance decir que se proveía de papel de diario a noventa  diarios del país", insistió Pirillo. Se refirió además a la diferencia  de precio que pagaban los diarios, indicando que "en ese momento,  nosotros pagábamos el papel a 320 pesos la tonelada".
 
Contó que se logró la resolución de 590 pesos la tonelada, o sea 30  pesos más barato que lo que era Papel de Tucumán; pero que el Directorio  impuso un precio arbitrario de 420 pesos, no 590, con lo cual Clarín,  con ese valor tenía un diferencial mensual de 2.400.000 dólares porque  era el mayor cliente que retiraba papel a ese precio.
 
Detalló que sus discusiones con Magnetto surgieron justamente por ese  tema. "Yo sostenía que como cada diario tenía, y de acuerdo al convenio  de sindicación, el 33 por ciento del poder, le correspondía a cada  diario el 33 por ciento de la producción de papel, y después que  decidiera cada diario qué hacer con ese papel, si vendérselo a uno de  los sindicados o venderlo libremente en el mercado. Pero lo cierto era  que Clarín se llevaba más de 8.500 toneladas de papel", puntualizó.
 
Relató luego como fue despojado de su diario mediante una maniobra de  sus propios abogados, con la connivencia de un juez que vendió las  acciones de Papel Prensa, cosa que no podía hacer; a Clarín y La Nación,  en un precio tan vil de 6 millones de dólares por el 13 por ciento del  paquete accionario".
 
Explicó que al juez del concurso de La Razón "se le pidió juicio  político en el año 1990-1991. Hay una resolución del 18 de julio de 1991  de la Corte Suprema donde ordena el enjuiciamiento del juez Foiguel  López por las irregularidades cometidas en la transferencia del paquete  accionario de José Pirillo y de Papel Prensa".
 
De la misma manera Lidia Papaleo de Graiver comentó los pormenores de  una reunión que mantuvo "con un señor de "La Nación” muy alto, Campos  Carlés" y con Magnetto. "Yo siempre he dicho que me acuerdo más de los  ojos y de la cara de Magnetto que la de mis torturadores. Él me dijo que  tenía que firmar".
 
Recordó que "al día siguiente, nos reunimos de nuevo y Sofovich que  era de Clarín me llevó a la salida y, estaba el contador mío, me dijo  "¿Usted sabe cómo fue la historia de Clarín? Usted ahora se va de acá.  Tome un avión adónde pueda, y que después alguien se ocupe, pero váyase  ya”. Esa noche me secuestraron".
 
Indicó que en esa reunión "estaba el gordito Mitre de La Nación,  Carlés, Sofovich, estaba Magnetto. Estaban todos, pero no juntos. A mi  me llevaron siempre a La Nación". Reveló luego que nunca tuvo una  reparación total del patrimonio perdido, solo "una reparación parcial  dispuesta por el gobierno" y que "hay bienes que todavía no se han  podido recuperar. El acuerdo al que llegamos con Alfonsín tuvo idas y  venidas hasta 1989".
 "Del capital que teníamos a la muerte de David sólo cobramos un 20%.  Ahora estoy buscando algunas cosas de recuerdo para mis nietos. Trabajo,  porque me gusta y mi gran ilusión es que Papel Prensa sea  verdaderamente una gran empresa", señaló finalmente. 
A pesar de toda la información que está surgiendo y circulando, aquí en SP, tenemos unos cuantos deformados, de un lado y del otro, que van y 
se reunen con la cúpula de la empresa sin siquiera leer algo de la historia de Papel Prensa. También los hay 
quienes van y se reunen con Moreno, como si fueran oposición, con la idea de hacernos creer que van a plantearles la preocupación de
 toda la comunidad de San Pedro, con respecto al resguardo de los puestos de trabajo, como si a la empresa pudieran correrla de un lado para el otro, como la mesita del televisor.