Repuesta a la gorilada

jueves, 30 de julio de 2009 · 2 comentarios

RESPUESTA AL COMUNICADO Nº 1 DE LA MESA DE ENLACE

El Movimiento de Participación Popular, integrado por militantes del campo popular y vecinos, ante la transmisión en directo por TN del comunicado nº 1 de la mesa de enlace, se posiciona en defensa del Gobierno Nacional en contra del plan amenazante de Biolcatti, Buzzi, Llambias y Gareto, junto a la U.I.A. donde sostienen la devaluación de la moneda nacional, el congelamiento del salario nominal, la desregulación de los mercados, la disminución de los impuestos a los sectores altos por supuesto la baja a las retenciones a la soja, la reducción del gasto público y el retorno al Fondo Monetario Internacional, medidas todas que forman parte esencial del modelo económico de los sectores dominantes.Los resultados de este modelo son bien conocidos. Reducción del mercado interno como consecuencia de la caída del poder de compra de los trabajadores y de la reducción del gasto público generando el quiebre y desaparición de una buena parte de las pequeñas empresas, provocando el aumento de la desocupación, la pobreza y la indigencia. Esto es, el modelo de concentración con exclusión social que predominó durante la década del noventa y el modelo de convertibilidad.Los perjudicados de este programa son también conocidos. Por un lado, los sectores populares que verán reducido su ingreso real, el acceso jubilaciones, Pensiones y demás programas sociales. Por otro lado, las pequeñas y medianas empresas que dependen en gran medida del mercado interno.

Cuestión que aquí en San Pedro quedó evidenciada a través del desmonte de miles de hectáreas con las consecuencias de la desocupación por la que estamos atravesando, por mudarse a la soja y no tener una política local de los distintos sectores involucrado, incluido el sindical, de diversificación de la matriz productiva, que contemplara la ocupación de mano de obra intensiva.

Fue éste modelo económico en marcha con un Estado presente, promotor, el que detuvo los remates de los campos y permitió a los productores saldar sus deudas, modernizar sus emprendimientos y que trajo la revalorización de la tierra.

Esto lo hacen con la participación y compromiso de las corporaciones multimedíaticas quienes transmiten en directo estos comunicados, para asistir a una entrevista con el Gobierno al cual quieren llegar con la solicitud de rendición sin condicionamiento.

Este avance desembozado de la derecha con sus intereses egoístas, exige una toma de postura de cada uno de los ciudadanos por lo que vale preguntarse si el 70 % que no votó al Gobierno Nacional; quisieron votar éste plan destituyente que encarna la mesa de generales agromultimedáticos y donde sus representantes políticos como Cobos, De Narvaez, Reuteman, Solá, Carrió, Stolbizer y Barbieri los apoyan a libro cerrado?

Y a quienes sí apoyaron con su voto al Modelo Económico y Productivo llevado adelante por el Gobierno Nacional los convocamos a comprometernos cada día más en su defensa y crear las redes de contención que no permita alterar la legalidad y legitimidad Constitucional que el voto del Pueblo Argentino le ha otorgado a la Presidenta de la Nación para Gobernar sin condicionamientos sectoriales que pongan en juego el Bienestar General, durante el período 2007 - 2011.

Movimiento de Participación Popular
M.P.P.
San Pedro
Julio de 2009



No, ya no es lo mismo

miércoles, 29 de julio de 2009 · 0 comentarios

Composición: El Campo.

Cuando era chico me gustaba el campo. Me gustaba. Qué paisaje sereno me parecía el campo. Qué bellos atardeceres; el ombú, el cardo, el maizal, el caballo blanco, las vacas lecheras, los perros echados a la sombra, el croar de las ranas en la charca, el carancho, el mirlo, la calandria; el aletear de los patos del arroyo, el humo del fogón encendido, el techo de paja del rancho del puestero, la galería colonial del casco de la estancia, la ronda del mate, el paisano recio cerrando la tranquera; el quejido de los goznes oxidados. Qué lindo que era el campo. Cuando era chico me gustaba. También me gustaban las imágenes del almanaque de Alpargatas con gauchos narigones, rubicundos, y paisanitas frescas y trenzadas, pintadas por Molina Campos. Y me gustaba ver zapatear el malambo; y oír una payada en la sobremesa de un asado. Y la guitarra criolla acompasada.
Cómo me gustaba el campo. Sentía el olor de la humedad de la mañana, y el del pasto fresco y hasta el olor de la bosta me gustaba porque completaba mi sentir del campo. Cómo me gustaba. Pero era chico. Solamente comprendía la engañosa y encantadora idea del paisaje de superficie. Me influían lecturas infantiles que entronizaban sus leyendas ancestrales. Me ganaba un estereotipo irreal y romántico. Era crédulo, inocente, sentía que el campo era más bueno que todo. Más bueno que los palacios, porque ignoraba que ambos extremos se juntaban en la cuenta del banco. Cómo me gustaba el campo. Pero un chico puede equivocarse. También un grande. Hoy costaría mucho escribir poesía sobre el campo. Se hizo prosaico. No rima: “ripia”. No canta: brama. Da órdenes. Las nobles caras rústicas y aindiadas de Martín Fierro y Atahualpa Yupanqui fueron forzadas a sufrir crueles mutaciones genéticas.
Ahí están las de los de la Mesa de Enlace. Se las ve alineadas en fila, acuarteladas. La codicia transgénica finalmente acaba produciendo las caras que se merecen. Ante la fotografía de los heraldos de la soja, en La Rural, con los brazos en alto, celebrando una gesta de intereses y ganancias, y cantando el himno nacional que milagrosamente sale indemne de cualquier boca por bocaza que sea, me cambiaron el gusto. ¿Pero esas caras son el campo? ¿O son las caras de la luz mala? ¿Las caras apropiadoras, privadas? Lo cierto es que ya no siento nostalgia del campo que tanto me gustaba. El gusto me lo robó esta época.


Carta abierta leída el 29 de Julio de 2009 en Radio del Plata.



Sé lo que estuvieron cantando

martes, 28 de julio de 2009 · 0 comentarios

La marchita que cantaban los bufones de la Revolución Libertadora




Marcha de la Libertad


EN LO ALTO LA MIRADA
LUCHEMOS POR LA PATRIA REDIMIDA.
EL ARMA SOBRE EL BRAZO
LA VOZ DE LA ESPERANZA AMANECIDA.

QUE EL SOL SOBRE TU FRENTE
ALUMBRE TU CORAJE CAMARADA
YA EL BRAZO DE TU MADRE
TE SEÑALOLA RUTA ILUMINADA.

Y SI LA MUERTE QUIEBRA TU VIDA
AL FRIO DE UNA MADRUGADA,
PERDURARA TU NOMBRE
ENTRE LOS HEROES DE LA PATRIA AMADA.

Y CUANDO EL PASO FIRME
DE LA ARGENTINA ALTIVA DE MAÑANA
TRAIGA EL ECO SERENO
DE LA PAZ CON TU SANGRE CONQUISTADA
CANTARAS CON NOSOTROS CAMARADA
DE GUARDIA ALLA EN LA GLORIA PEREGRINA
POR ESTA TIERRA DE DIOS TUVIERA
MIL VECES UNA MUERTE ARGENTINA
MIL VECES UNA MUERTE ARGENTINA...



Nadie se hace cargo del monstruo

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La mesa de desenlace, la mesa anti k, antiperonista, anti diálogo, anti todo, decidió cortar los elásticos que sostenían su careta. Decidió dejar de lado, el disfráz de cordero, con el que tenían embobados a medio país de cabezas huecas. Entonces el monstruo salió a la luz, y espantó -al igual que; Victor Frankenstein, su criatura- a sus creadores, aduladores y publicistas.
El primero en distanciarse del monstruo, pero sin comprender y mucho menos admitir lo peligroso de lo creado, fue el diputado pseudo peronista Solá, quien dijo que fue agrecivo su despertad. Ahora está corriendo tiene miedo que el monstruo se lo devore.
Hoy a la tarde, por radio continental, otro que comenzó a querer alejarse de la criatura, fue el cordovéz; Leuco. Uno de los tantos publicistas empedernidos -por lo menos hasta su columna de hoy- en poner de manifiesto en la conciencia colectiva, que los agrogarcas, son un coro de ángeles, y los Kirchner un diábolico matrimonio.
Ahora comienza el éxodo, el despegue. Estos son los progues. Ahora se disparan del monstruo que muestra los dientes agresivamente.
Me pregunto si nunca se dieron cuenta de la deformación de tal rejunte, o si estarán al tanto que al contrario de la novela de Shelley, este monstruo ni va a confesar, ni tiene pensado poner fin a su existencia. Es más, viene a por todos.




Antídoto contra el bolazo más mentado

lunes, 27 de julio de 2009 · 0 comentarios

Para que Solá recupere la memoria

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Felipe Solá dice que desconoce cómo la ministra Alicia Kirchner distribuye los planes sociales. Evidentemente, si Solá hace esta afirmación, es porque padece de mala memoria: seguramente podemos recordarle al ingeniero Solá los esfuerzos que hemos hecho durante cuatro años para que la provincia de Buenos Aires –que él conducía– ingresara a la tarjetización del Plan de Seguridad Alimentaria y recién lo hemos logrado el año pasado. Quizá no lo recuerda, pero además de eso estuvimos entregando 200 mil nuevas pensiones no contributivas en la Provincia, además del Plan Familias, todo con el aporte del gobierno nacional y entendiendo ello como la reparación de una situación histórica y no como dádiva asistencialista. Además, habría que contarle al ingeniero Solá, si lo ha olvidado, que además, desde el movimiento cooperativo, se han generado más de 600 mil puestos de trabajo, creando empleo genuino para las familias argentinas, porque la cuestión social no pasa solamente por un plan. La mejor política social es el empleo.

También, durante la gestión de Solá, ingresaron por las políticas sociales a la provincia de Buenos Aires miles de millones de pesos. Pero todo esto no obedeció a acciones aisladas o intempestivas, sino como parte de un programa de gobierno y específicamente una estrategia en materia social que tiene como pilares fundamentales:

1. Generación de condiciones favorables para que se dinamice la economía productiva del país.

2. Realización de un gran esfuerzo presupuestario en vías de desarrollar importantes mejoras de infraestructura tendientes a generar condiciones necesarias para el de- sarrollo económico, productivo y social de la República: el mismo se incrementó desde el año 2003 a la fecha en un 650 por ciento.

3. Puesta en marcha de acciones y políticas específicas destinadas a grupos especialmente vulnerables.

Desde el año 2003 la política social se ha transformado en una cuestión de Estado que se evidencia claramente ciudad por ciudad, provincia por provincia y sobre todo persona por persona. La utopía de una sociedad mejor se construye jugándose día a día y respondiendo a los desafíos, sabiendo que hay un solo camino y un solo objetivo, que es la justicia social.

Por todo esto, a Solá le pido cordura y apelo a su memoria, si es que no la ha perdido. Por

Carlos Castagneto *

* Secretario de Coordinación y Monitoreo Institucional del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación.




Crónica de un navegante

sábado, 25 de julio de 2009 · 0 comentarios

De blogs en blogs di con tres perlitas imperdibles. Gorilas, por supuesto. Una llamada La libertadora, página en donde podés encontrar todo tipo de documentos, marchitas en mp3, y algún que otro libro de ultra derecha y dudosa literatura, como es el caso de El atroz encanto de ser Argentino, de Marquitos Aguinis, y el libro negro de la segunda tiranía. Pero no podés dar por ningún lado con el decreto ley 4161, que proscribía al Peronismo. Son tan democráticos como olvidadizos.
El segundo blog, Movimiento Anti Peronista, es para echarle una miradita, nada más. Pues es una verdad absoluta de que deben su lástimosa existencia anti, a nosotros, al Peronismo. Un detalle,  no tiene contador de visita, devido a que la gorilada es poco sociable.

En el tercero, La segunda tiranía, hay articulos de toda clase de pelajes. ¿Segunda tiranía? Sí, todavía siguen a ese nivel de fundamentación, no han evolucionado mucho. ¿En la primera, ustedes eran los salvajes Unitarios, no? ¿Ustedes eran esos hijos de puta que, también, decapitaban a diestra y siniestra? Escribiendo -transgiversando- con esa sangre la historia que pretendían, quedara en la memoria colectiva. 
En este último podés encontrar la marchita de la libertad, si tu intención es que se te caigan los tapones de cera de los oídos. También hay un posteo interesante, con imágenes de supuestos ataques peronistas, a las iglesias  y templos católicos. Pero no encontré ninguna foto que motrasen la matanza y aniquilamiento que realizó la tan mencionada Libertadora, cuando bombardearon Buenos Aires. 
Con respecto a lo de las iglesias, considerando que sea verdad que el peronismo tuviera algo que ver con los hechos, una vez alguien me preguntó como lidiaba con esto de ser peronista, -cuando el peronismo promueve el catolicismo- y el movimiento  Zeitgeist.  Respondí irónicamente que en estos hechos encontraba la conexión.
Pero por otro lado, creo también que aquellos hechos encuadran bien en lo que podríamos llamar, operación de bandera falsa, algo así como decir que nos autoatacamos con el único fin de justificar, entonces, nuestra embestida. Algo que los cipayos de acá tienen bien aprendido de los yankees. No descarto que después de quemar los templos, se subieran a las aviones y soltaran las bombas, concluyendo el plan establecido.

Después de esto, lo único que pretendo es pasar por unos blogs del palo, para desintoxicarme.






Devolver gauchadas

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¿Quién no ha bajado algo de Argento alguna vez?


Pues, es hora de devolver gauchadas.
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El chico de la bicicleta

viernes, 24 de julio de 2009 · 0 comentarios

El doctor Manuel Ortiz Pereyra, uno de los fundadores de F.O.R.J.A., fallecido hace ya muchos años, dejó un pequeño libro, editado en 1926 ó 1927, que se titulaba "El S.O.S. de mi pueblo". Era hombre con mucho "estaño", dotado de una notable inteligencia que le había permitido superar la solemnidad y el empaque, entonces anexos al título universitario; había sido la suya una vida múltiple y agitada en la que había tocado los más variados niveles de la fortuna y de las actividades ciudadanas; además, Dios lo había dotado de gracia.
Sobre esto de la información traía un capítulo titulado "El chico de la bicicleta".
Comentaba allí la apariencia técnica con que los diarios presentan una página llena de cuadritos con letras y números diminutos, donde se habla de cotizaciones de la producción en mercados de los que el chacarero nunca oyó hablar y en medidas y precios de los que no tiene la menor idea. El chacarero, decía, se hace una imagen borrosa donde se embarullan Winnipeg, Ontario, Yokohama, Rotterdam, con dólares, libras, yens, rupias, florines, toneladas y bushells, todas palabras misteriosas para él. No entiende, pero está muy agradecido a los grandes diarios que se preocupan por ilustrarlo para la defensa del precio de su cosecha, y supone que estos sostienen grandes oficinas llenas de peritos de toda clase, que le proporcionan la información.
No hay nada de eso, decía Ortiz Pereyra. Lo único que hay es un chico con una bicicleta que va a buscar la página a lo de Bunge y Born o a lo de Dreyfus; es decir que la aparente información para el vendedor la proporciona el comprador. ¡Y hace tanto tiempo que vamos al almacén con el "Manual del Comprador" escrito por el almacenero!..

Arturo Jauretche: El medio pelo en la Sociedad Argentina




La última invasión de Bs. As.

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Cuento apocalíptico, por José Pablo Feinmann.Publicado en Página 12, suplemento 75 de Peronismo, filosofía de una obstinación argentina.

Corre el mes de mayo de 2014. La crisis del capitalismo ha herido, no de muerte, pero malamente al culto país del sur, Argentina. La miseria está en todas partes menos en la orgullosa ciudad de Buenos Aires, siempre de espaldas al resto del país, por historia y convicción. La brecha entre pobres y ricos se ha ensanchado. Hay, sobre todo en la populosa banlieue de la ciudad de aires parisinos, millones de pobres de toda pobreza. La delincuencia –luego de llegar a niveles alarmantes– ha sido combatida. Pero aún falta. El Congreso ha dictado finalmente la Ley Giménez. Rige la pena de muerte en el país. La imputabilidad llega hasta los 13 años. La policía ha duplicado sus efectivos y ha modernizado sus armas de represión. Hay toque de queda a las 22. Todo edificio de clase media, clase media alta y clases adineradas, tiene dos porteros y cuatro agentes de seguridad armados hasta los dientes. En la provincia de Buenos Aires se han alzado muros en todo lugar en que se consideró necesario. La ciudad de Buenos Aires está cercada por uno alto y hecho con un nuevo material, de reciente aparición en Francia (porque los inmigrantes sin trabajo, casi todos musulmanes indeseados, desdeñados, ya han incendiado dos veces París), que resiste más que el cemento. Los countries tienen alambres electrizados e incontables guardianes con Itakas ultramodernas. Sin embargo, los delitos continúan. Se sabe que hay hambre más allá del mundo de la seguridad.

Un empresario petrolero (nuevo gran negocio que se ha emprendido en el país con capitales chinos, venezolanos y estadounidenses) detiene su coche junto a la banquina, baja y se pone a orinar. Aparece un negrito y entra velozmente en el coche. El tipo dejó la llave puesta. Todo fácil para el pibe. Arranca y sale velozmente. Inútil. El tipo cierra su bragueta, sereno. Saca una Browning que le enviaron esa mañana de una fábrica que trabaja para el Pentágono. Apunta cuidadosamente y dispara. El coche se detiene y se oye la bocina. Igual que en una película de Polanski, Chinatown. El tipo, que es licenciado en Dirección de Empresas Transnacionales y en Informática de Inversiones Globalizadas, que es jerárquico hasta casi la cumbre en su multinacional, se acerca a pasos lentos hasta el auto, abre la puerta y el pibe cae. Presumiblemente tendría que tener un balazo en la nuca. No, acaso el petrolero aún no se ha acostumbrado a esa nueva Browning. El pibe está herido en el hombro. Feamente, pero vive. “Si te movés, te reviento”, le dice el petrolero. Saca su celular y llama a la policía. Pero el pibe, con asombrosa velocidad, le clava una sevillana en el estómago. El tipo no lo puede creer. Cae sobre el asfalto. El pibe da un salto, le quita la Browning y lo quema de nueve balazos. Se lleva el coche.

Lo agarran a los dos días. Gran indignación nacional. Los medios, fuera de sí, exigen la aplicación de la Ley Giménez. Opiniones de todos los sectores del cuerpo de la nación. El escritor León Aguininsky dice: “¡Pobre patria mía, esto no se tolera más!” Chechi Gelberg: “¿Qué hicimos los argentinos para merecer esto? Como dice Ceci Giménez: ‘El que mata debe morir’. Y se acabó. ¿Que tiene 13 años? ¿Que es un niño? Un niño sano se entretiene viendo tele. A Tinelli o a mí. O una serie. 24 o Dexter. Pero no anda asesinando figuras prominentes de la sociedad. Gente se equivocó, es cierto. Y lo reconocí. Pero hoy no. Hoy no podemos equivocarnos. O nosotros o ellos”. La venerada señora del país, su gran dama, Martha Lestrand, opinó: “Ay, qué feo. ¿Quién es ese chico? Yo estoy contra la pena de muerte. Pero a favor de la justicia. Y la justicia es ajusticiarlo”. Pero la más enfurecida es la vanguardista de la pena máxima. La que consiguió que el Congreso dictara la ley que lleva su nombre. La que inscribió en los frontispicios de la eternidad la frase: “El que mata debe morir”. Que algunos –como el rabino Bernstein– ya proponen poner en los mandamientos en lugar del arcaico No matarás, débil, inservible, flojo como Jesús, que así terminó de bondadoso que era. Ceci Giménez, la diva, cuyo peso ha subido como su odio, está (en fin, está llegando a los 120 kilos), sin embargo, feliz. Al fin se aplicará su ley. Se ha optado, en el país, por la guillotina. Si los militares, para terminar con la subversión, esa forma infame de la delincuencia, ese azote que deterioró nuestra democracia, acudieron a la doctrina francesa de contrainsurgencia, ¿cómo no acudir al gran invento del señor Guillotinne?

El rabino Bernstein dijo que el Dios de Israel ordenó a Abraham matar a su hijo. Que mató a toda la humanidad con el diluvio universal. Que hizo sufrir horriblemente a su pueblo en Auschwitz y ninguna muerte lo conmovió. De haber sido así, alguna habría impedido. ¿Quería acaso que en esos campos su pueblo aprendiera a matar? Sus designios son inescrutables para nosotros, pero ningún dios le ha hecho asco a la muerte. Ni Alá ni su profeta Mahoma. El periodismo sigue enardecido. Pide ya la condena para el pibe ladrón de autos. O del auto del petrolero multinacional e inversor informático globalizado. Llega el día. El pibe se llama Aníbal Torres. ¡De pronto, Crónica y Perfil se destapan con una noticia espectacular, definitiva! ¡Aníbal Torres es boliviano! ¡Pertenece a esa raza maldita y oscura que viene a nuestro país a robarles el trabajo a los nuestros, que igual no lo tienen porque no hay! ¡Muerte, muerte al boliviano! ¡Que nunca más un boliviano mate a un argentino de bien! Horacio Verbitstern, en Página 12, revela que el empresario petrolero no era argentino, sino texano, socio de Bush. Que visitaban juntos el campo de concentración de Texauschwitz, en los límites de Texas, donde tienen alojados, en condiciones miserables y sometidos a horrendas torturas, a 3000 supuestos terroristas islámicos. Desde el asesinato de Barack Obama, que pocos lamentaron, estos campos han florecido en Estados Unidos y en todo el mundo. Pero, ¡se está ganando la Guerra contra el Terror! (Oliver Stone ha prometido su film sobre el asesinato de Obama. Dice que, en este caso, no hay ninguna “bala mágica”. Pues lo reventaron de treinta y cinco balazos mientras comía un hot dog en Queen’s junto a unos negros de mierda, o african americans pero de mierda también.)

De modo que la revelación del llamado “perro” Verbitstern sólo logra enfurecer más a la opinión pública, que, dicen algunos, poco tiene de “pública” sino todo de “privada”, pues es el exacto resultado de tres empresas que concentran en sí todos los medios de comunicación y –por medio de un bombardeo incesante de “informaciones” que responden a sus intereses y a los de la parte sana de la sociedad, la que vive protegida de la barbarie excluida tras los muros o eliminada por las fuerzas de la ley– construyen a su antojo la “opinión” de sus oyentes, especialmente la del gremio de taxistas habituados, desde hace largo tiempo ya, a decir sus opiniones políticas, sociales y económicas –que creen “suyas” pero son palabra por palabra las de los medios que escuchan– a sus pasajeros que, de acuerdo o no con ellas, las escuchan pacientemente, pues el Ministerio de Seguridad ha informado que todo tachero argentino dice la verdad, que su palabra es ley y contradecirlo un delito. Al optar parte de la ciudadanía por viajar en transportes públicos –atemorizada de hacerlo en taxi y soltar alguna opinión imprudente como: “Los bolivianos son latinoamericanos como nosotros” o, la peor de todas, “Al delito se lo combate con trabajo y educación”–, el Ministerio de Seguridad ha infiltrado esos transportes con “sérpicos” de todo tipo, desde lisiados hasta falsos epilépticos, que se ponen a dialogar con los pasajeros tal como los taxistas, razón por la cual el peligro sigue siendo el mismo, o peor.

En los colegios primarios se han eliminado todos los métodos modernos o posmodernos de enseñanza. Los niños aprenden a leer con las lógicas y elementales palabras sagradas: ma-má, pa-pá y fa-mi-lia. Pero de inmediato continúan con: se-gu-ri-dad, de-si-gual-dad, negros- de-mier-da, pe-na-de-muer-te, Blum-berg-que-ri-do, Rico- es-mi-a-mi-go, Ceci-es-más-lin-da-que-ma-má, Ceci-es-buena, Ceci-es-fla-ca, Ceci-te-quiero, Ceci-me-ama. Sectores de la vieja oligarquía se han quejado por lo que consideran una intromisión de “Ceci” en los libros de enseñanza sólo comparable a la que gozó la difunta demagoga Eva Perón, cuya influencia fuera nefasta para la enseñanza argentina. Sus reclamos fueron desoídos.

Luego de un breve juicio (que algunos consideran la perfecta antítesis del nefasto Juicio a las Juntas que impulsara un hoy olvidado político radical socialdemócrata, o sea, comunista) el joven boliviano Aníbal Torres, de 13 años y piel persistentemente oscura, es condenado a morir en la guillotina. Sólo tres días más tarde se cumple la sentencia. El verdugo –que usa la venerable capucha negra de esos bravos que supieron, a su modo, imponer también el orden en una Argentina convulsionada– alza la cabeza sangrante del joven Torres y la exhibe a quienes presenciaron la ejecución llevada a cabo en una nueva cárcel construida dos años atrás, que cuenta con un enorme patio trasero al que, a partir de la ejecución del infame delincuente de apellido Torres, se le da el nombre de “Paraíso de la Ley, la Justicia y el Orden”. Un periodista –de nombre Mario Werfeld, de ese diario marxista y sionista más arriba mencionado a raíz de la infamia del llamado “perro” Verbitstern contra el difunto empresario víctima del bolivianito descabezado– sugiere para el “Paraíso” el nombre de “El Matadero”. Esa noche, rabiosos, coléricos cacerolazos estallan frente a su casa, situada, claro, cerca de esa zona detestada de Villa Crespo, pues los argentinos de la seguridad, por coherencia estratégica, apoyan al Gobierno de Israel –cada vez más en manos de su ala derecha, que ya no es derecha sino, más bien, única– en la lucha que, en nombre de Occidente, libra contra los apestosos terroristas palestinos, pero odian a los judíos como siempre. Mario Werfeld se asoma a su ventana y habla a la multitud, que lo escucha: “Sólo quise hacer un homenaje a Esteban Echeverría – explica–, él supo narrar en ese cuento inmortal, ‘El matadero’, la inseguridad en los tiempos de Rosas, los de la primera tiranía. Después, como todos sabemos, hubo otra”. “¿Y después?”, pregunta la irritada ciudadanía (pues las clases del orden y la seguridad no son “multitud” ni menos esa basura de “las masas”, son “exaltados ciudadanos de la República y sus instituciones”). “¿Después?”, repite, confuso, Werfeld. Y comete el error de su vida. Es sincero. Dice la verdad. “Después ustedes. La tercera tiranía. La de la puta oligarquía.” Aún se desconoce su paradero.

Entonces, sólo dos días más tarde de la decapitación de Aníbal Torres, se desencadena el Apocalipsis. En tanto los medios festejan alborozados la primera y exitosa aplicación de la Ley Giménez. En tanto Mario Gordona, reflexivamente, dice: “El joven Torres conocía ya la amenaza. Al conocerla y, sin embargo, matar, debemos inferir que algo en él, algo muy profundo, lo llevó a elegir el suicidio. Nuestra sociedad no ha matado a Aníbal Torres. El se ha suicidado”. En tanto, la sociedad opulenta de Buenos Aires se siente protegida, cuidada hasta los límites más extremos del cuidado. En tanto, todo es calma, coches cero kilómetro, torres de casi 100 pisos, inauguración de los restaurantes súper VIP de 10 tenedores, la quiebra del periódico marxista-sionista y el exilio del perro Verbitstern (preocupado por las señoras con cacerolas que le gritaban: “Verbitstern, a vos te va a pasar/ lo que le pasó/ a Werfeld”, que no rimaba pero igual metía miedo) y de otros sucios integrantes del staff de ese panfleto, judíos todos a los que el Gobierno de Israel negó el derecho de asilo aunque ninguno lo solicitó. En tanto la ciudad se llena de enormes afiches con la figura de Ceci Giménez y la sugestiva frase tanguera: Matar es un placer. En tanto el prolífico escritor León Aguininsky publica un nuevo “panfleto” con el positivo, optimista título de: ¡Hermosa patria nuestra! llegan noticias alarmantes a la ciudad. Dos millones de hombres y mujeres de tez oscura avanzan sobre ella sin que se conozca su propósito, la causa de esa decisión anárquica, levantisca. Que se empieza a sospechar no bien las radios y los noticieros televisivos informan que, al llegar al lujoso y ultraprotegido country sólo para nosotros y para nadie más, sobre todo si es negro, desarman a la custodia –que apenas si logra matar a 30 o 35 de ellos–, se comen vivos a los perros, avanzan sobre los chalets y dan caza a todos los residentes, violan a las mujeres (en especial a las más blancas, a las más rubias y a las más deseables), arrojan a los jefes de hogar contra los alambres electrizados y ríen al ver los movimientos desarticulados de sus cuerpos al freírse y los alaridos que profieren (sobre todo si lo hacen en inglés), otros varones son destripados por turbas de mujeres rabiosas, que no sólo cortan sus penes sino que los injurian al reírse de sus dimensiones, al exclamar: “El de mi negro le saca medio metro a esta porquería”, se encienden fogatas, se queman vivos a los niños y luego se los comen por considerar que esa carne debe ser más tierna que la de sus padres y la de sus “putas madres”, así dicen. Los cronistas de la ciudad opulenta consideran “preocupante” lo sucedido en el country tomado por la turba. “Si siguen avanzando –dice el ensayista, de viejo, muy viejo pasado marxista y sartreano, Julio Juan Sebrela–, estaremos ante una nueva anarquía del año ’20 o, peor aún, ante un nuevo 17 de octubre, jornada que dio origen, según sabemos, a ese movimiento fascista, populista, estatista, dictatorial llamado peronismo, que, por suerte, aún perdura porque, tal vez, los hombres rudos y bien alimentados de los sindicatos de nuestra ciudad puedan salir con sus cadenas a enfrentar a esta turba sin conciencia de clase.” Nada detiene a la muchedumbre oscura y encolerizada.

De pronto, todos ven por la televisión que el hombre alto y fornido, de torso desnudo, que marcha al frente, enarbola una pica y sobre ella... está la cabeza de Aníbal Torres. ¿Cómo la han conseguido? Nadie tiene una respuesta. Pero ahí está: es la bandera de la rebelión. Siguen avanzando. Devastan todo a su paso. Alguien lo dice desde algún medio: “Son los hunos de Atila. Por donde pasan el pasto no crece más”. El periodista Chechi Gelberg se comunica con el eminente historiador Tulio Alterio Donghin, quien se encuentra en Cambridge dictando un seminario titulado: La larga, interminable, insoportable, inexplicable agonía de la argentina peronista. “¿Qué nos puede decir de esto, profesor?”, pregunta Chechi. “Lo que dijo Vicente Fidel López cuando los caudillos federales se acercaban a Buenos Aires: ‘Se esperaba por unos momentos un saqueo a manos de cinco mil bárbaros desnudos, hambrientos y excitados por las pasiones bestiales que en esos casos empujaban los instintos destructores de la fiera humana que como “multitud inorgánica” es la más insaciable de las fieras conocidas’.” “Entonces –balbucea Chechi–, ¿estamos en presencia de una nueva ‘anarquía del año ’20’?” “¿Tiene alguna duda?”, dice, riendo gozoso, el gran historiador. “¿Cree que será peor que aquélla?” “Sin duda, los gauchos federales estaban bien alimentados. Estos son hambrientos. Se los van a comer a todos. A usted también, Chechi.” “¿Qué podemos hacer, profesor?” “Vea, jodansé. Yo, apenas sucedió eso de ‘la noche de los bastones largos’, ¿recuerda?, me rajé de este país. Se veía venir esto.” Destrozan todos los muros. Se apoderan de las armas de los custodios, luego de degollarlos o colgarlos de los faroles de alumbrado. Saquean las armerías. Arsenales incluso. Ahora son un ejército poderoso. Y son millones. Millones de hambrientos, marginados, desclasados, delincuentes, chicos que no murieron con el paco (arma con que la ciudad opulenta soñó eliminarlos: “Como Giuliani en Nueva York”, decían los optimistas), prostitutas, madres de doce hijos, boxeadores de clubes miserables, desocupados eternos, frustrados, humillados que se descargaban golpeando a sus mujeres, a sus hijos, pica- neados de todas las comisarías de la gran provincia. Todos marchan sobre Buenos Aires.

El ministro de Defensa se comunica con el jefe del Ejército, general Bustos. “General, aquí el ministro de Defensa.” “Lo escucho, señor ministro.” “Avanza una turba subversiva sobre nuestra ciudad. Prepare a sus hombres y salga a reprimirla. Tiren a matar. Sin contemplaciones, general. No quiero prisioneros, entiende.” El general Bustos responde: “Disculpe, señor ministro, pero el Ejército Argentino ya hizo eso una vez. No lo va a hacer de nuevo. Sé que ustedes, durante los últimos tres años, han reconocido esa guerra sucia. Pero nosotros no. Creemos que en ella se enlodó el honor del Ejército. Entiéndame bien: un ejército no está para fusilar hambrientos. Está para la defensa nacional del territorio. Para luchar contra otro ejército que intente atacarnos. Esos hambrientos no los creamos nosotros. Son obra de ustedes y ustedes se enriquecieron con el hambre de esos miserables. Hágase cargo, señor ministro. Mientras yo sea comandante en jefe del Ejército no voy a ensuciar a mis soldados para defender los intereses de los poderosos. Buenas tardes”. Cuelga el teléfono y el ministro de Defensa monta en cólera: “¡Todo esto se debe a la prédica subversiva de esa monstruosa marxista y, para colmo, mujer! ¡Esa montonera de Nilda Guerré! ¡Nos quedamos sin Ejército! ¡Los avivó a esos pelotudos! ¡Siempre nos hicieron la tarea sucia! ¡Esa puta, comunista, montonera polleruda los volvió inservibles! ¡Democráticos! ¿A qué enfermo se le ocurrió poner a una mina al frente del Ejército, por Satanás!”. Su secretario le informa: “Además, señor ministro, el comandante en jefe del Ejército se llama Bustos, como ese cabecilla que, en la Posta de Arequito, se le sublevó a Belgrano para unirse a los federales. Si esa sangre corre por sus venas, ¿qué otra cosa podía esperar de él la gente decente?”. “¿Y quién mierda lo puso?” “La ministra montonera, señor ministro.” “¡Guerré! ¡Esa zurda de Nilda Guerré! ¿Cómo pudimos darle el gobierno a esa pandilla de subversivos?” “Porque ganaron las elecciones, señor.” “¡Se acabó! ¡Nunca más habrá elecciones en este país!” “Si esa negrada sigue avanzando, me temo que no, señor. A propósito de la negrada, renuncio señor ministro.” “¿Cómo me va a abandonar en este momento?” “No hay mejor momento que éste para abandonarlo.” “¿Y qué piensa hacer?” “Lo que todo porteño de honor ha hecho siempre que los bárbaros se apropiaron de Buenos Aires: exiliarme en el Uruguay. Como Alberdi, Echeverría, Florencio Varela y José María Gutiérrez bajo Rosas. Como Borges, Adolfito Bioy y la espléndida Victoria Ocampo bajo Perón. Como los aviones de la Marina que bombardearon la Plaza en el ’55. Al último que llegó los amigos del Uruguay lo recibieron con vítores y aplausos. ¿Recuerda, señor? ‘Cristo Vence’ ¡Qué tiempos aquellos!” “Oiga, tenga cuidado. Recuerde que en el Uruguay también se exiliaron un montonazo de zurdos y los hicimos mierda con la ‘Operación Cóndor’.” “Señor ministro, ¿usted cree que estos negros de mierda van a montar una ‘Operación Cóndor’? Esas cosas las hace la gente bien, con estudios, con militares formados en la Escuela de las Américas o en la Doctrina Francesa de Contrainsurgencia. Ni los desdichados militares que ahora tenemos podrían hacerlas. Pobres infelices adoctrinados por la montonera Guerré. Adiós, señor.”

Saluda con una breve, veloz inclinación de cabeza; abre la puerta y sale. Busca su coche y parte en busca de su familia. Llega a su casa, estaciona y abre la puerta. Uno de sus niños –su más adorado, el predilecto– se bambolea colgado de una lámpara del techo. A su mujer, dos enormes negros se turnan para violarla en tanto ella le hace fellatio a un tercero, que apoya un revólver sobre su cabeza. Uno, que tiene una Itaka, se fuma toda esa marihuana purísima que le envían sus contactos en Colombia. Otro se le acerca y lleva una cabeza agarrada de los pelos: “¿Se acuerda de la Nélida, doctor Fernández Asquini?”. Porque el secretario se llama Claudio Domingo Fernández Asquini. “La Nélida” era la cocinera. El que tiene la cabeza es su jardinero, el buenazo de Romualdo. “¡Usted, Romualdo!”, exclama Fernández Asquini, “¡No lo puedo creer! ¡Traidor!” “Traidor a usted. Pero no a los negros como yo. Los traje aquí, doctor. Les dije que había marihuana de la buena, vinos carísimos, y su esposa, siempre bella, siempre sexy, llevo años excitándome con ella. Las pajas que le he dedicado, doctor. Fíjese, hoy se me dio. Ya me la violé dos veces. La tercera no. Porque me lo pidió ella.” Tira lejos la cabeza de la cocinera. “¿Dónde está mi otro hijo?”, exclama, rojo de furia, Fernández Asquini. “Fue lo primero que nos comimos.” Se arroja sobre Romualdo y busca su garganta. “¡Negro roñoso! ¡Negro de mierda! ¡Intruso, violador, ilegal desvergonzado!” Romualdo le da una precisa trompada en plena cara y el señor secretario del ministro de Defensa cae sobre un sillón. Ahora tiene la cara bañada de sangre. Romualdo y otros temibles bárbaros se le acercan. Entonces sucede algo milagroso. Fernández Asquini se pone en pie y de su boca, proviniendo del fondo de los tiempos, evocando otras injurias, otros atropellos contra las clases pudientes, salen palabras de Esteban Echeverría, de su cuento inmortal “El matadero”, esa terrible historia del unitario que los sanguinarios federales ultrajaran durante la cuaresma de ese año que Echeverría no precisa pero que ha de ser 1835 o 1836, porque Fernández Asquini grita: “¡Infames sayones! ¿Qué intentan hacer de mí?” “Infames, ¿qué?”, dice un negrazo totalmente en pedo y más alegre que nunca en su vida; una vida, para decir lo justo, de mierda con el añadido de saber que, de esa mierda, jamás saldría. “¡Deberíais andar en cuatro patas como los lobos!”, sigue chillando el ex secretario. “¡Desnúdenlo!”, ordena Romualdo. “Primero degollarme que desnudarme, infame canalla.” Romualdo se encoge de hombros. Jardinero al fin, agarra su azada –que ha traído con él– y de un solo, eficaz, absolutamente profesional movimiento de su musculoso brazo derecho separa limpiamente la cabeza de Fernández Asquini del tronco del secretario del ministro de Defensa, que vienen a ser la misma persona. “¡A la mujer no la toca nadie, carajo!”, ordena en seguida Romualdo. “Es para mí. Me la llevo yo a la toldería.” Nadie podría creerlo, pero en el delicado rostro de la mujer de Fernández Asquini se dibuja una sonrisa sensual, profana, prostibularia y gozosa.

A bordo de un helicóptero Huey, Ceci Giménez desciende en la terraza de su Penthouse, en Libertador y Salguero. Es una mujer que no duda. Todo en ella es celeridad, vértigo. Hay que huir. El país está ardiendo y no habrá televisión por varios meses. No habrá rating. No habrá a quién vencer. A quién humillar. Los habituales descerebrados, esos divinos, amorosos seres que todos los días la miran bobamente, no estarán. No se puede vivir en un país inestable, en peligro. Amenazado por esos negros de mierda, brutos, drogones, alcohólicos, asesinos, sumidos en todo tipo de depravaciones sexuales. Tiene que retirar dinero –mucho dinero, dólares desde luego– de una caja fuerte que tiene en un rincón inhallable del living. Apresura sus pasos. Durante los últimos dos o tres años le cuesta caminar con la agilidad de antes. Le pesan esas piernas voluminosas, con esos tobillos tipo maceta, que han sido una fatalidad insuperable en su vida de éxitos, que se habrían elevado al doble o más de no haber mediado esa desgracia, esas piernas de mierda que hicieron exclamar a la doctora Aslan el triste día en que la vio: “Ceci querida, ¿qué quieres que haga yo con eso? Soy sólo una estafadora de seres desdichados y patéticos con sus cuerpos en abismal decadencia. No soy Dios, hijita”. Pero no importa. Nada la detuvo. “Y ahora me rajo de este país de mierda. Me llevo todos los dólares y me voy a tomar sol en Miami y a beber daikiris con esos pendejos rubios y dorados que se te aparecen hasta en el baño.” Entra en el living y queda paralizada por el horror. No hay un solo mueble. El despojamiento es absoluto. Pero, en el medio, imponente, está la guillotina. Aparecen diez, veinte negros. “¿Te gusta, Ceci? Nos la afanamos de la Penitenciaria. Es la misma con que le cortaron la cabeza a Aníbal Torres, ese pendejito de 13 años, ¿lo ubicás, no?” Otro, uno muy alto, desdentado, con una cicatriz que le cruza la cara, dice: “¿Sabés que nosotros estamos a favor de la Ley Giménez? El que mata tiene que morir”. Se ríen como locos. Algunos saltan de alegría o de furia, difícil saberlo. Aparecen los cuatro chihuahuas de Ceci. Uno de los negros se apodera del más pequeñito y lo quiebra en dos partes. El chihuahua emite un quejido agudo, final. “¿Cuánto quieren, negros de mierda?”, arremete Ceci, “No perdamos tiempo. ¿Diez mil, veinte mil dólares? ¿Más? Tengo más. ¿Cien mil, doscientos mil? ¡Hablen, carajo!” “Queremos aplicarte la Ley Giménez.” “¿Qué Ley Giménez ni qué mierda? Yo no maté a nadie.” “¿Estás segura, Ceci?” “Segura, alacranes. Abran paso. Tengo que irme.” El negrazo alto, desdentado, con la cicatriz, dice: “Nosotros también tenemos otras cosas que hacer. Así que hagamos esto breve. A ver, compañeros, ¿de la muerte de quién se acusa a Ceci Giménez?”. “¡De la muerte de Aníbal Torres! Sin Ley Giménez el pibe no moría. Esa ley lo mató”, exclaman todos. La señalan con sus índices despiadados: “¡Vos lo mataste, perra!” “¡Yo no maté a esa laucha asesina!” “Compañeros, si Ceci Giménez mató al niño Aníbal Torres, ¿qué pena le corresponde?” “¡Morir!” “¿Por qué?” “¡Porque el que mata debe morir!” “¡No, no, no! ¡Por favor, no!”, suplica la diva. Le meten la cabeza en la guillotina y dejan caer la cuchilla. La cabeza rubia se desliza sobre el parquet de roble de Eslavonia y rueda como una pelota. Los chihuahuas juegan alegremente con ella. Los justicieros se llevan la guillotina con la cuchilla ensangrentada –piensan usarla con algunos otros famosos personajes– y se van.

Los negros llevan horas apropiándose de la ciudad. Se comen todo lo que encuentran. Agarran los niñitos de esos cochecitos tan lindos de color celeste o rosa y –ante los alaridos de las madres– se los devoran vivos. Luego ametrallan a las buenas señoras. “¿De qué mierda van a servir nuestras cacerolas?”, se preguntan, con impecable lógica, algunas. “¡Llamen al campo!”, gritan otras. Inútiles propuestas. “Todo esto tenía que suceder”, piensa un escritor del diario marxista sionista, uno que se quedó en el país. Toma un café con Osvaldo Bayer. El viejo Bayer ve llegar a los negros enfurecidos por la avenida Santa Fe. Toma, con su amigo, algo más joven que él, una cerveza en una mesa con sombrilla de Santa Fe y Callao. “¿No son hermosos?”, comenta. Se les une Norberto Galasso. Pide un café. “Es un tango lo mío –comenta Norberto–, ‘El último café’.” “¿Nos podremos unir a ellos?”, pregunta el escritor que lee algo de Heidegger, un poco al pedo a decir verdad. “No –dice Osvaldo–, mirá cómo estamos vestidos. Luchamos por ellos pero no somos como ellos. Nos van a matar como a cualquiera. ¿No vas a hacer el papelón de ir a hablarles, no?” “Prefiero morir a hacer el ridículo”, dice el escritor. Galasso los mira con embeleso: “Miren, qué contento estaría el compañero Scalabrini: el subsuelo de la patria sublevado”. De pronto ven aparecer al casi ingeniero Blumberg. Tiene cara de loco. Se acerca a la muchedumbre. Alza los brazos. A su lado, el rabino Bernstein. “Paz, hermanos”, empiezan a decir. “Dialoguemos. Sólo queríamos seguridad. No hacerles daño”, dice Blumberg. “Dios es de todos. Nos ama a todos. Si somos fieles a él haremos una patria que nos cobije a ustedes y a nosotros –dice el rabino–, una patria para vivir en libertad. ¡Libertad, libertad, libertad para todos!”, remata desdiciéndose de afirmaciones anteriores. Pero los invasores no son tontos. “Callate, hipócrita –le dice uno–, vos proponías ‘seguridad’ en lugar de ‘libertad’.”. La muchedumbre feroz, hambrienta, sedienta de todo, oscura, sanguinaria, les pasa por encima, los aplastan, las tripas, los sesos, los intestinos de los dos pacificadores quedan para los perros, que –dicho sea de paso–, viven una jornada de gloria. Ahora se acercan a los tres compañeros que esperan sentados a esa mesa y mirándolos con admiración. “Muchachos –les dice Osvaldo Bayer–, estamos con ustedes. Sigan, que no quede nada en pie. Tampoco nosotros.” Alguien se dispone a hundirle un puñal en el pecho. “¡Un momento! –se oye–. ¡Ese es don Osvaldo Bayer, carajo! Este viejo es de los nuestros.” “No, muchachos, yo soy un burgués como cualquier otro. Mátenme.” El que lo reconoció se adelanta: “Usted dio varias charlas en nuestras villas miserables, don Osvaldo. Se ocupó de nuestros compadres los indios. No lo vamos a ofender”. Muchos lo quieren achurar y dejarse de joder y seguir adelante. Pero el salvador de Osvaldo tiene pasta de jefe. “¡Basta, hijos de puta! ¡A Osvaldo no lo toca nadie!” “¿Cómo te llamás, pibe?”, pregunta Osvaldo. “Matasiete.” “Igual que uno de los gauchos de ‘El matadero’”, dice el escritor. Y Matasiete, de golpe, lo mira a Norberto y dice: “¿Y usté no es Norberto Galasso?”. “Sí, pibe.”. “Se viene con nosotros, don Norberto. ¿Y este boludo?” señala al escritor. “No me gusta. Tiene cara de judío.” “No –dice Osvaldo–, yo lo quiero mucho. En los noventa creía que se nos perdía porque le filmaron una novela en Hollywood. La Columbia Pictures. Pero mirá: no. Siguió en la misma.” “Probar la tentación y no ceder a ella es más difícil que no ceder por no probarla nunca”, dice el escritor que sigue leyendo a Heidegger. “¿Qué mierda quiso decir?”, pregunta Matasiete. “Vos dejalo. Cuando escribe lo entienden todos”, dice Galasso. “Bueno, muchachos, algunos intelectuales vamos a necesitar” –dice Matasiete–. “¡Se vienen con nosotros! Pero, don Osvaldo. Háganos un favor, quiere. ¡Lleve usted nuestra bandera!” Y le dan a Osvaldo la pica con la cabeza de Aníbal Torres. “¡Qué honor, muchachos!”, dice Osvaldo, “Gracias.” “Vamos –dice Matasiete–, ¡a comernos todo lo que queda!” Al rato, se le acerca al escritor: “¿En serio estuviste en Hollywood, cara de ruso?”. “Sí.” “Y las minas, ¿qué tal?” “Nada del otro mundo. Cartón pintado. Aquí, entre las tuyas, tenés cada morocha que les da veinte vueltas.” Y allá van. Con don Osvaldo Bayer al frente en la jornada más gloriosa de su vida.

El ministro de Defensa –ahora solo en su despacho– tiene una idea genial. Se comunica con el presidente de los Estados Unidos, William Peterson, un republicano sanguinario que se impuso con fraude y es el principal sospechoso del asesinato de Barack Obama. “Señor presidente –dice el ministro de Defensa–, hemos detectado que entre la multitud que invade Buenos Aires hay miles de terroristas islámicos. Algunos, incluso, han creído ver al mismísimo Bin Laden.” “Ya mismo actuamos”, dice Peterson. “No en vano el mundo se ha globalizado y la lucha contra el terrorismo también. Cuelgo con usted y doy órdenes para que treinta aviones con misiles nucleares vuelen a Buenos Aires.” “Pero, señor presidente –dice el ministro de Defensa–, así no va a quedar nada en pie. Ni siquiera yo.” “¿Y a mí qué mierda me importa? ¿Desde cuándo el gobierno de los Estados Unidos de América se preocupa por los daños colaterales?” En menos de tres días nada queda en Buenos Aires. Ni un edificio ni un ser humano. Es, por fin, la ciudad más segura del mundo.


La verdad de la milanesa

jueves, 23 de julio de 2009 · 0 comentarios

Los compañeros de La Cámpora editaron este material de capacitación para la militancia.

Prensa La Cámpora
jueves 16 de julio de 2009

En los últimos 2 años el Instituto Nacional de Estadística y censos viene siendo objeto de un sostenido ataque por parte de los medios de comunicación, al punto que se ha hecho habitual en la fauna televisiva, gráfica y radial, la presencia de supuestos expertos en temas estadísticos, sociales y económicos, que de un lado cuestionan al INDEC y de otro promocionan sus empresas de consultoría.

En este contexto, cabe preguntarse entonces cuál es la razón por la que un organismo como el INDEC, que hasta no hace mucho tiempo atrás era totalmente desconocido por la mayoría de la población, ha cobrado semejante nivel de notoriedad.

O, lo que para el caso es igual, se impone indagar qué intereses anidan tras la embestida que viene sufriendo el instituto.

El asunto no es menor, pues contrariamente al relato simplista que han instalado los medios de comunicación, advertimos que existen motivos más profundos que explican el nerviosismo que ha despertado el saneamiento del programa Indice de Precios al Consumidor (IPC) elaborado por el INDEC.

Veamos:

Cerca del 42% de la deuda pública de Argentina, estimada hoy en el orden de los 145.000 millones de dólares, se actualiza por el CER, basado en el IPC elaborado, precisamente por el INDEC.

Esto significa que todos aquellos grupos financieros – donde se destacan los fondos de inversión (fondos buitres) que tienen en sus manos bonos de la deuda argentina actualizados por el CER, están muy interesados en aumentar por cualquier medio el valor de esos bonos.

Así podrían embolsar fabulosos (e ilegítimos) réditos a costa del endeudamiento del pueblo argentino.

De esta forma, la suba del IPC – presentado erróneamente por los medios como inflación se traduce de manera directa en cuantiosas ganancias a favor de gigantescos consorcios especulativos que fueron acaparando miles de millones de bonos de deuda argentina.

Para ponerlo en números: cada punto del IPC representa, según los cálculos más conservadores, unos 500 millones de dólares.

Una simple operación aritmética basta para apreciar la magnitud de intereses que convergen a la hora de impugnar el trabajo del INDEC: El IPC realizado por el organismo arrojó en 2008 una variación de precios de 8.5%.

En tanto, consultores privados, cuyos informes han sido reproducidos hasta el hartazgo por los lobistas del grupo Clarín y La Nación, afirman que el número real se acercó al 30%.

Ello supone una diferencia de más de 21 puntos entre uno y otro cálculo, lo que traducido a números nos da una cifra cercana a los 10.000 millones de dólares, es decir, casi el 20% de las reservas con que cuenta actualmente el país.

Como puede apreciarse, el monto en juego otorga una buena excusa para que determinados grupos de interés presionen por todos los medios a su alcance por una suba en el índice y el retorno de los autodenominados técnicos al Instituto, y para que los voceros de los grupos económicos concentrados se sumen gustosos a la operación de descrédito que injustamente viene padeciendo el INDEC.


Libro esencial

martes, 21 de julio de 2009 · 1 comentarios

Aquí les dejo un libro esencial para descargar.

Arturo Jauretche - El medio pelo en la Sociedad Argentina.





Zelaya burla a militares gorilas

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El presidente de Honduras, Manuel Zelaya Rosales, ya está en territorio de su país, después de burlar los aparatos de inteligencia y los destacamentos de artillería antiaérea de los militares que lo depusieron y que intentaban derribar el avión de la Alternativa Bolivariana para los pueblos de nuestra América (ALBA) en que se movilizaba.

El periodista Sergio Miranda, quien asegura tener un estrecho vínculo con el presidente nicaragüense y secretario general del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), reveló la tarde de este viernes en "Radio Ya", que Zelaya ya logró establecer una base de operaciones en Honduras.

Aunque lógicamente no precisó el lugar por donde penetró Zelaya a Honduras, éste burló el amplio operativo militar para impedir el ingreso a su territorio, en donde ha establecido su gobierno, que tendrá comunicación con el resto de los países de la ALBA, así como con la OEA y la ONU.

Según Miranda, desde esa base de operaciones totalmente clandestina, Zelaya esperará el resultado del diálogo que impulsa el presidente de Costa Rica, Óscar Arias, con el único acuerdo de su restitución inmediata e incondicional en el gobierno, del que tampoco espera ningún fruto.

El periodista sandinista indicó que si el domingo 19 de julio, cuando Nicaragua celebrará del XXX aniversario de la Revolución Sandinista, el gobierno de facto no acepta la restitución de Zelaya, éste dirigirá desde su base de operaciones una gigantesca huelga nacional en Honduras, que paralizará todo el país.

Diversas agencias de prensa daban por un hecho que Zelaya participaría en los actos del XXX aniversario de la Revolución Sandinista, pero de estar ya en territorio hondureño podría ser representado por su cancillera, Patricia Rodas, que por su cargo se encarga de las relaciones internacionales.

Agregó que Zelaya cuenta para su=2 0retorno al gobierno de Honduras, con el apoyo de las diversas organizaciones que integran el Frente Nacional Contra el Golpe de Estado, y será respaldado por una serie de oficiales de las Fuerzas Armadas que no están de acuerdo con su destitución inconstitucional.

Zelaya, en diversas comunicaciones telefónicas que ha sostenidos, con su pueblo, mientras éste participa en las manifestaciones de rechazo al golpe y en los bloqueos de carreteras, que siguen propugnando por la resistencia pacífica, e insistió en continuar una lucha pacífica para el retorno de la institucionalidad.

Indicó que Zelaya y las organizaciones que le respaldan no sólo quieren que los involucrados en el golpe de estado devuelvan el gobierno de Honduras, sino que éstos sean sometidos a procesos judiciales por violación a la Carta Magna y otras leyes, como ordena la legislación hondureña.

Apuntó que el mandatario hondureño desde su base de operaciones clandestina tiene contacto con todas las organizaciones que rechazan al gobierno de facto de Roberto Micheletti, con quienes coordina las acciones para la huelga nacional e indefinida en su país.

De acuerdo con el periodista Miranda, para el personal que acompaña a Zelaya "es un buen signo" que Micheletti haya expresado públicamente su decisión de renunciar al cargo y aceptar "una tercería" o un tercer presidente, aunque esto último "es totalmente inaceptable".

El anuncio del presidente de facto, lo interpretan los allegados a Zelaya como "un síntoma" de debilidad ante la resistencia popular, y facilitaría el regreso del presidente constitucional al gobierno, según el comunicador sandinista.




Prohibición del Glifosato

sábado, 18 de julio de 2009 · 5 comentarios

La diputada de la Nación por la Prov. de Misiones, Julia Argentina Perié, convoca a una reunión en el Congreso Nacional para el día martes 11 de agosto a las 10 AM (salón a confirmar) con el objetivo de consensuar los términos de la presentación de un proyecto de ley para que se prohíba en la Argentina el uso del agrotóxico conocido como glifosato.

La intención de la convocatoria es que participen todas aquellas organizaciones del país involucradas en el estudio de las consecuencias del uso de agroquímicos en la producción agraria. Por Misiones asistirán los integrantes de la Comisión de Estudio de las Consecuencias del Uso de Glifosato, entre ellos Antonia Husulak, Miguel López, Raúl Bregagnolo y Juan Domingo Perié, y será invitado especialmente el médico Hugo Gómez Demaio. Asimismo, también se prevé la participación de diferentes organismos del estado vinculados con la temática (SAyDS, Ministerio de Defensa, de Ciencia y Tecnología, Comisión Nacional de Investigación de Agrotóxicos, etc.) y de diversos especialistas como el Dr. Carrasco.

Por el carácter controvertido de la propuesta, es muy importante la presencia de la mayor cantidad de organizaciones sociales posible para discutir y respaldar el proyecto, y asimismo contribuir a instalar este debate en la ciudadanía. Por otra parte, también le agradecería me informe qué otras organizaciones sociales a nivel nacional estarían interesadas en participar, como para hacerles llegar la propuesta.

Por favor, le agradecería confirme su asistencia antes del lunes 20 de julio. De todas formas oportunamente estará recibiendo una invitación de la diputada confirmando el salón donde se efectuará el encuentro.



Día de la Traición

viernes, 17 de julio de 2009 · 5 comentarios

Hace un año todo el mundo festejaba, la derogación de la 125. Pero hoy, quienes en aquella madrugada festejaban el mi voto no es positivo prefieren olvidarla. En realidad al poco tiempo se dieron cuenta, pero sin admitirlo, que si la ley hubiese entrado en vigencia, hoy estarían pagando alícuotas inferiores a las vigentes.
Tal vez si no se hubiesen dejado llevar fácilmente por fama repentina a base de bufones y de medios subjetivos, habrían entendido de que se trataba, más claramente.
Por eso no vas a encontrar a nadie que hoy festeje la 125, porque sería festejar el harakiri colectivo de aquella madrugada. Porque hoy no es día de festejo, es un día de conmemoración. Un día en que el necio más incompetente, creyó que estaba entrando en la historia, por la puerta grande, cuando en realidad se estaba asociando al grupo de los Maestros de la Traición.  Grupo que encabeza el Traidor padre, Urquiza y al que le sigue muy de cerca, Aramburu .
Hoy se recuerda como el día del traidor, porque la historia se volvió a repetir.  Sólo que ésta todavía no se ha completado. Todavía no diviso en el horizonte a un López Jordán o a un Fernando Abal Medina que complete el ciclo.





Otra joyita de Barone

martes, 14 de julio de 2009 · 0 comentarios

Extracto de una columna de la revista Debate. Con qué claridad escribe Barone.
... no quisiera meterme en Honduras. Ya es bastante con la mesa de Mirtha Legrand. Esa mesa es capaz de quitarle profundidad al vórtice del “Infierno”, de Dante. Algunos, con méritos profundos, se sientan allí y se vacían sin darse cuenta. La dama anfitriona tiene tanta inimputable capacidad de vaciamiento que si a esa mesa se sentara, pongamos, Umberto Eco, de él solo quedaría un eco insignificante y efímero. En esos almuerzos, hasta se lograría superficializar a la tragedia griega y al Holocausto. Hay invitados que se muestran tan lábiles al menú que acaban mimetizados con la nada y sin necesidad de esforzarse. Leonardo Favio, después de ver a Felipe Solá en esa mesa, callado y sonriente cuando “la señora” decía que lo de Honduras no le importaba nada, decidió borrarlo de todas las menciones de agradecimiento que figuran en las copias de su película Aniceto. No sé si se merece tanto; a lo mejor, si Favio mantuviera el nombre de Solá en los créditos, la gente lo pasaría por alto como si no existiera. Es lo que hizo con él Jaime Durán Barba. A Felipe Solá lo terminaron de desvanecer sus socios, le chuparon la marca peronista y la “tinellizaron” por cuenta propia. Lo que le quedó ahora es un limbo. Limbo que la Santa Iglesia ha abolido...


No, no existe la poronga para estos Gatafloristas

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Alegoría campestre de la queja

En el cielo las estrellas, en el campo las espinas, y en el medio de mi pecho, la República Argentina”.
No sé quién compuso este cuarteto popular hace ya tiempo. Nunca entendí eso de atribuirle al campo únicamente las espinas. Porque el campo tiene otras cosas: el ombú, el ganado, el cereal, las aves, y la queja eterna. El gaucho no: porque el gaucho es una creación literaria, una fotografía de Aldo Sessa, un festival ecuestre de la tropilla de Moneta. El campo es siempre una lágrima, un descontento, una exigencia, una queja. Cuando no es por la vaca es por la leche, cuando no es por la sequía es por el granizo, cuando no es por el dólar es por el peso, cuando no es por el gobierno de acá es por los gobiernos de allá. El campo nunca está saciado, nunca satisfecho. No hay mate que lo contente; no hay cosecha que lo engorde, no hay Puertos del mundo, China o India que lo enriquezcan a gusto. Y no hay cielo estrellado que le quite la queja. El campo, que es tan grande, modestamente prefiere llamar a las cosas en pequeño: patroncito, peoncito, campito, tractorcito, ranchito, pequeño productor, viajecito a París, asadito, etc. Lo único que al campo le parece grande son los impuestos que se le cobran.
Ese es el drama argentino: ¿ Cómo evitar que el campo se lamente y se queje y que reconozca cada tanto una porción de felicidad como cualquier otro argentino?
Lo normal, en promedio, es llorar y reirse, quejarse y gozar, alternadamente. Y no esconder el goce en una queja por la angurria de no tener que compartir la suerte. Pero a lo mejor ese verso: “en el campo las espinas...” es una metáfora y nos quiere hacer creer que en el campo está la desventura. Es como si una histeria insaciable, vasta como la pampa húmeda, se lamentara eternamente insatisfecha. Para consolar al campo argentino no hay terapeuta ni ecosistema ni demanda global que valgan No basta el privilegio de la naturaleza que le tocó en la lotería del planeta. Salvo que se le otorgue el libre albedrío y el campo orégano.
Mientras tanto, nuestro paciente y tolerante destino será seguir oyéndolo por los siglos de los siglos.

Carta abierta leída el 14 de Julio de 2009 en Radio del Plata.



Vivito y Coleando

lunes, 13 de julio de 2009 · 1 comentarios



Asi comenzó el noticiero Garca del 13 refiriéndose a Guillermo Moreno. ¿Cómo deseando que no lo estuviera? Dan asco, subliminalmente le estan diciendo a la gente que el problema de la Argentina se soluciona con Moreno afuera. "Muchos piden su cabeza" dicen que dicen, pero son ellos los que tienen la lanza preparada. Hay que tener cuidado con el Grupo Clarín y su tribu, ¡son unos bárbaros, bárbaros!
Ahí nomás enganchadita, vino la noticia de una mujer de salta, que dió a luz en la calle, porque los médicos del hospital la mandaron de vuelta a su casa. La negligencia del hospital quedó en evidencia, como quedó en el aire la sensación de que Guillermo Moreno tenía algo que ver con ésto.
Si logran que Moreno se rinda, ojo, estos hijos de puta no paran hasta Cristina.





17 de Julio

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Este viernes, Día del traidor.




¡Renuncie Hijo de puta!
Demuestre que tiene huevos y déjese de joder, despréndase del sobre mensual.


Es lo que quiere la gorda vidente y la gorilada

domingo, 12 de julio de 2009 · 0 comentarios

LA PRESION PARA QUE ARGENTINA VUELVA AL FMI

El FMI exigió lo de siempre a los 23 países que requirieron su asistencia financiera desde noviembre de 2008, luego de comenzada la crisis internacional. Las recetas diseñadas son idénticas para todos los países, sin diferenciar situaciones sociales, políticas, económicas ni financieras. Las medidas son conocidas: ajuste fiscal, restricción monetaria, rebaja de salarios públicos y jubilaciones, suspensión del aguinaldo, suba del IVA, disminución del gasto social, alza de tarifas de servicios públicos y avanzar en privatizaciones.

En el reciente proceso electoral varios candidatos propusieron que la Argentina vuelva a requerir crédito al FMI. También miembros de la administración kirchnerista piensan que el país debe volver al Fondo, como el presidente del Banco Central, Martín Redrado, y el ex jefe de Gabinete, Sergio Massa, entre ellos. Cash realizó un examen detallado de los últimos acuerdos del FMI y constató que las exigencias del organismo financiero internacional son las mismas que cuando el ex presidente Néstor Kirchner decidió cancelar la deuda y llevar adelante una política económica opuesta a la que propone el FMI. Ajuste fiscal, restricción monetaria, rebaja de salarios públicos y jubilaciones, suspensión del aguinaldo, suba de la tasa del IVA e impuesto a las ventas (Ingresos Brutos), rebaja del gasto social, alza de tarifas de servicios públicos y privatizaciones son algunas de las condiciones que le exigió el FMI a los 23 países que requirieron préstamos desde noviembre de 2008, luego de comenzada la crisis financiera internacional, hasta fines de junio último. Las recetas diseñadas por el Fondo son prácticamente idénticas para todos los países, sin diferenciar situaciones sociales, políticas, económicas ni financieras.

Desde que la administración kirchnerista desechó las recetas del FMI y avanzó con su propio plan económico, se registró el mayor crecimiento del PBI de la historia local. Pese a ello todavía quedan voces que sugieren desandar ese camino. Desde que el país vio cerradas sus posibilidades de refinanciar los pasivos públicos en el mercado financiero internacional, las obligaciones externas fueron cubiertas mediante la utilización del superávit fiscal del Tesoro, los saldos de los entes descentralizados, la renegociación de deudas con las AFJP y la Anses, la utilización de ahorros depositados en el Banco Nación, emisión de nueva deuda colocada a Venezuela y el canje de deuda de algunos títulos públicos. Algunos analistas piensan que esas herramientas no serán suficientes en los próximos años. En el Gobierno aseguran que los compromisos de aquí a finales de 2011 se pueden cumplir. Pero hay funcionarios que señalan que el dinero que se usarán para cancelar esos pasivos debería utilizarse para impulsar el consumo y la inversión.

“No es cierto que necesitemos dinero del FMI; eso sería fatal para el país: desandaríamos el camino de desarrollo que comenzamos en 2003”, señaló a Cash el economista del Plan Fénix Aldo Ferrer. Y agregó: “Lo que ingresaría en un préstamo lo perderíamos en recaudación por efecto del ajuste que nos impondrían, que terminaría en recesión. Lo que hay que hacer es recuperar la confianza para que se termine la fuga de divisas. Con esa plata, no necesitamos que nadie nos preste”. En los últimos doce meses se fugaron de la plaza local casi 25 mil millones de dólares, una cantidad similar a los vencimientos del país de aquí a fines de 2011. Los defensores de la vuelta al FMI afirman que así se recuperaría la confianza. Pero entre 2005 –cuando el país canceló su deuda con el FMI– y junio de 2008 se batieron records históricos de inversión. Y la fuga se dio, en el contexto de la crisis financiera internacional, a partir de que comenzó a generarse situaciones de tensión del marco macroeconómico (conflicto con el campo y fin de las AFJP), se aceleró el alza de precios internos y se perdió la credibilidad en las estadísticas oficiales.

Para conseguir un préstamo del FMI los países miembros tienen que cumplir una serie de condiciones: recetas económicas que el fondo exige por igual cualquiera sea la realidad económica del país que solicita el crédito. Según el apuro del país tiene una mayor capacidad para negociar las exigencias. Una vez alcanzado el acuerdo, el gobierno en cuestión escribe una Carta de Intención dirigida el presidente del FMI, en las que se detallan los compromisos adquiridos. Cash realizó un relevamiento de los acuerdos firmados desde noviembre de 2008. Lo que sigue es un muestreo que representa a todas las cartas firmadas en los últimos ocho meses.

El Salvador

Hace apenas un mes, el 7 de junio, El Salvador requirió un préstamo al FMI de 800 millones de dólares. En la Carta de Intención enviada a ese organismo internacional se comprometió a “eliminar el subsidio a la electricidad y analizar otras subvenciones a los servicios públicos”. El resultado de esta medida será un ahorro para el Estado y el aumento de las tarifas. También se asegura que “se utilizará el producto de ingresos excepcionales, como los procedentes de las privatizaciones en curso, la venta de licencias y el otorgamiento de concesiones al pago de la deuda pública”. Lo mismo que en los noventa para Argentina fue denominado “vender las joyas de la abuela”.

Costa Rica

Uno de los orgullos de los costarricenses es su seguro universal de vehículos. El Estado, por una pequeña suma, le da cobertura contra terceros, robo e incendio al ciento por ciento de los propietarios. El 26 de marzo último, en la Carta de Políticas Económicas y Financieras dirigida al Fondo para conseguir un préstamo de 1500 millones de dólares, el país se comprometió a “la liberalización del mercado de seguros y comunicaciones”, un reclamo constante de las compañías norteamericanas del sector. Como en todos los acuerdos que analizó Cash, Costa Rica se comprometió a llevar adelante “una política monetaria más estricta, reducción de los gastos del Estado y mantener la tasa de interés en los niveles actuales”. La tasa de interés que cobra el Banco Central de Costa Rica al sistema financiero es del 15 por ciento, nivel que es contractivo teniendo en cuenta que la inflación del país apenas supera el 4 por ciento.

Pakistán

El 16 de marzo pasado el gobierno de Pakistán envió al Fondo un Memorandum Complementario para recibir la segunda cuota del préstamo que requirió el 20 de noviembre de 2008. El ministro de Finanzas pakistaní, Shaukat Tarin, señala en ese paper que “la consolidación de la estabilidad macroeconómica impide llevar adelante políticas anticíclicas”. Y agrega “aunque el crecimiento anual será menor al de 2008 y la inflación se mantiene baja, las políticas seguirán siendo orientadas a la reducción del 50 por ciento del déficit fiscal”. Entre los métodos que utilizará el ministro para reducir el déficit detalla “la eliminación de los subsidios al combustible y la electricidad y una ambiciosa reforma del sector público”. En definitiva, el gobierno de Pakistán aumentará la electricidad y el combustible a la población y despedirá empleados públicos. Además, el ministro señala que “se implementará un sistema de puntaje para la selección de las familias beneficiarias del plan social, con el objetivo de reducir el gasto innecesario”. Por el lado de los ingresos, Pakistán se comprometió a “ampliar la base imponible del IVA (en la actualidad los alimentos más indispensables no tributan), elevar la alícuota al impuesto a las ventas y reducir al mínimo todo tipo de exenciones impositivas”.

Ucrania

A pesar de que la crisis internacional está golpeando fuerte la economía ucraniana, su gobierno se comprometió a alcanzar un déficit fiscal cero durante 2009. El año pasado tuvo un saldo negativo del 2 por ciento. Para lograr ese equilibrio Ucrania acordó con el FMI congelar los salarios públicos y las jubilaciones durante todo el año en curso. Esto, con una inflación estimada en el 15 por ciento, implica un fuerte deterioro de los ingresos de ese sector vulnerable. En la primera página de la Carta de Intención el gobierno señala que va a “despolitizar” las tarifas de los servicios públicos. En el anexo aclara que va a eliminar los subsidios a la electricidad y el gas. Para que no queden dudas sobre su vocación de cumplir con las condiciones del FMI, en el inciso 15 del artículo C del Memorando de Políticas Económicas y Financieras el gobierno de Ucrania afirma “vamos a identificar y legislar cualquier medida que sea necesaria para mantener los objetivos fiscales”. Aclara que “en caso de ser necesarias nuevas medidas de ajuste fiscal, lo acordará con los funcionarios del Fondo”.

Hungría

El 4 de noviembre de 2008 Hungría acordó con el FMI un crédito de 12.500 millones de euros. El país europeo se propone reducir su déficit fiscal en un 70 por ciento durante 2009. Para lograrlo tomará una medida inédita: no pagará el aguinaldo anual a los empleados públicos ni a los jubilados.



La receta de siempre


Rebajas del salario real. Rebajas de jubilaciones. Eliminación del aguinaldo a empleados públicos y jubilados. Reducción del gasto social. Pago de deuda con la venta de empresas públicas. Aumentos de tarifas de servicios públicos. Restricción monetaria. Mantener altas tasas de interés. Suba del IVA. Cobrar IVA a los productos de primera necesidad. Aumentar impuesto a las ventas. Fuente: Acuerdos de 23 países desde noviembre de 2008 hasta fines de junio último.



Fuente: Cash


Perfil de una deformada

sábado, 11 de julio de 2009 · 0 comentarios

Cuando hablo de deformaciones no me refiero al aspecto en sí, aún cuando a simple vista sea lo que más resalta, sino a la malformaciones como persona que adquiere alguien a través de los años. Y si hablamos de años imagínense cuanta deformación viene acumulando. Si quieren saquen la cuenta. Dicen por ahí que vino al mundo, el mismo año en que se realizaba la primera llamada telefónica trasatlántica de Nueva York a Londres.

Su anomalía está causada por la ideología de ultra derecha que profesa, aún cuando ni ella sabe cuanto de ultra posee, ni tiene la más pálida idea sobre que es una ideología. Simplemente ella está en contra de todo lo que sea popular, de todo lo que generalice, de todo lo que iguale. Pues ella vive convencida de su supuesta superioridad, aún cuando su incultura es tan visible.

Se jacta de una carrera brillante, basada en la simpleza de sentarse en la punta de una mesa, con invitados a los cuales los lleva, desde cualquier tema, a hablar siempre de ella o alguna que otra boludez. No hablemos de la carrera de actriz, pues un puñado de películas pedorras, a la cuales cualquier comisario podría usarlas como medio de tortura sin dejar moretones, no se la puede llamarla carrera.

No tiene cultura, no tiene literatura, no sabe de historia, a la actualidad no la puede comprender porque es anticuada en sus ideas, toca de oído. Repite lo que otros repiten.

Pertenece al grupo que ahora nos quiere hacer creer, que lo de Cristina y Nestor no es Peronismo. El mismo que inventó esta denominación de Kirchnerismo para no atacar directamente al Peronismo. Para no mostrar de entrada sus espíritus hipócritas y gorilas.

Es socia vitalicia de ese grupo que día a día quiere inculcarnos la diabolización de los Kirchner, que es el mismo grupo que brindó por el cancer en el ´52 y que tres años más tarde festejaban los bombardeos sobre plaza de mayo, y un año después apoyaron los fusilamientos de José León Suaréz. Es el mismo grupo que acompañó al golpe de estado del 76. Es el mismo grupo que estupidizó a muchos el 28 de junio pasado.

De ahí su deformación.

Llamado a la Solidaridad

viernes, 10 de julio de 2009 · 0 comentarios

Se necesita con suma urgencia localizar a la señora de la guadaña, con el fin de actualizar su objetivo, pues tiene en su poder una imagen caduca del mismo. Suponemos que éste ha logrado eludirla, gracias a sus continuos tratamientos faciales.

Pero gracias a la colaboración de testigos, específicamente los cirujanos que han venido interviniendo en estos "tratamientos", hemos localizado el objetivo. Los testigos prestaron colaboración, cansados de trabajar bajo la presión que dicho objetivo efectuaba sobre ellos, al exigirles que vencieran el límite ya alcanzado, de estiramiento de la piel.

"¡Tiren, tiren, you mother fucker!

Aqui la foto antigua (año ?).


Aqui la actualización.


La diferencia es poco visible, pues toda la diferencia está en el resto del cuerpo.

Ultimamente se la ha visto vomitar mucho su verborragia derechista, sobre el Kirchnerismo y la envestidura presidencial, mostrando su verdadero rostro gorila.

A las trincheras, los medios atacan

martes, 7 de julio de 2009 · 0 comentarios

Favio llama a formar una trinchera alrededor de Cristina.

El cineasta Leonardo Favio dijo hoy que "todos tenemos la obligación de formar una trinchera alrededor de la presidenta" Cristina Fernández de Kirchner y anunció que borrará el nombre de Felipe Solá de todas las copias y negativos de su última película, "Aniceto", donde lo mencionaba entre los agradecimientos. "Tenemos que apoyar a la Presidenta, porque si llegamos a perder esta oportunidad, van a pasar otros 50 años. Yo estaba feliz y creía que iba a llegar a ver esa pequeña alegría que había vuelto a la gente".
Con respecto a la decisión de la presidenta Fernández de Kirchner de acompañar al presidente de Honduras, Manuel Zelaya, en su regreso a Tegucigalpa, Favio dijo que "es una bofetada para todos los imbéciles que se han tomado en joda a la presidenta más brillante que hemos tenido. Si la han invitado -agregó- es porque se la respeta".
"En lo esencial, es lo más hermoso que nos había sucedido desde Perón a la fecha", añadió el creador de notables filmes como "Juan Moreira" y "Gatica, el Mono".
En relación al ex presidente Néstor Kirchner, el cineasta opinó que "es el hombre más brillante que tuvo la política argentina, aunque tal vez no tuvo el nivel actoral que a veces es necesario. Igual, es un hombre que actuó y vive como peronista, un tipo temperamental que ama a la gente".
Aunque consideró que los resultados de las últimas elecciones legislativas "han cubierto al país de un manto de tristeza", Favio afirmó que "esto fue sólo una batalla, un traspié, y de ninguna manera significa haber perdido la guerra".
"Yo diría incluso que no es momento para la tristeza, sino para la reflexión. Este traspié nos tiene que servir a los argentinos para saber quién está al lado nuestro", señaló el director, que prepara actualmente su próximo filme, "El mantel de hule".
Favio subrayó que "no es el momento de ponerse mal ni triste, porque muchas veces, como ahora, la hojarasca y la basura se mete por los rincones. Es cuestión de ordenar todo y limpiar la casa", agregó.
En relación al papel que algunos medios de comunicación juegan en el debilitamiento del gobierno, Favio dijo que "acá parece que es todo risa y yo no sé de qué se están riendo. Hay que tener piojos, sufrir hambre y frío, para saber lo que es la pobreza y lo que muchos padecen".
El cineasta consideró "muy doloroso" el papel de Solá como candidato del frente Unión-Pro en las últimas elecciones legislativas, "porque es un hombre al que creía conocer, al que le había creído, pero hasta aquí llegó mi amor".
"La gota que colmó el vaso fue verlo sentado en el almuerzo con Mirtha Legrand, pero sobre todo que se mantuviera en silencio cuando esa señora le restó importancia al golpe de Estado que se produjo el domingo pasado en Honduras", señaló Favio en una entrevista con Télam.
En relación a los motivos que alejaron a Solá del kirchnerismo, Favio sostuvo que "eso no lo sé, es él y su almohada".
"Lo estoy borrando de todas las copias, de los negativos y de los DVD de ’Aniceto’. Su movida no la quiero juzgar porque de alguna manera estas cosas no me alegran sino que me sumen en un estado de tristeza. Solá es un hombre a quien le he creído y esto me hace sufrir", reiteró. (Télam)

No te preocupes Honduras, después de 400 años, te piden perdón.

lunes, 6 de julio de 2009 · 0 comentarios

Otra vez la iglesia católica se situa en cualquier lugar, menos en el que su rebaño espera encontrar su fe. 
La Iglesia Católica hondureña, a través de su órgano superior, la Conferencia Episcopal, ha dado su pleno apoyo al golpe militar que destituyó a la autoridad constitucional y militarizó el país, en acciones que nosotros demasiado conocemos. En el comunicado en el que da su aprobación al golpe cita la orden de captura de la Suprema Corte en la cual se acusa al gobierno constitucional de “traición a la patria, abuso de autoridad y usurpación de funciones en perjuicio de la Administración Pública y del Estado de Honduras”. Ello quiere decir que en Honduras todo se ha hecho de acuerdo con las normas constitucionales.
Después de esta clara aprobación del golpe, la máxima jerarquía eclesiástica reproduce en lenguaje meloso e hipócrita los llamados al “diálogo, el consenso y la reconciliación” que harían posible la paz de acuerdo con la recomendación de Jesús, según la cita del evangelio de Juan con la que termina el documento eclesiástico: “Les dejo mi paz, les doy mi paz; la paz que yo les doy no es como la que les da el mundo. Que no hay entre ustedes angustia ni miedo”.
Ahora bien, ¿cuál es la paz que da el mundo? ¿Qué se entiende aquí por “mundo”? “Mi reino no proviene de este mundo”, dice Jesús, traducido normalmente por “mi reino no es de este mundo”. “Este mundo” es el que está en manos de Satanás, o sea, del imperio romano. De él, de sus valores, de sus principios, no proviene el reino de Jesús. Proviene de otros principios, con otro concepto del poder, el poder que es servicio, que fue simbolizado en la escena del lavatorio de los pies que Jesús realiza con sus discípulos.
Ese nuevo mundo, el de Jesús, da la verdadera paz, no como la da el mundo. Claro y contundente el enfrentamiento entre dos concepciones de la paz. La que da el mundo, es decir, el imperio, la paz del cementerio, la que propone la Jerarquía eclesiástica hondureña, y la que propone Jesús, la paz que se construye entre hermanos, enfrentando al imperio. Frente a la pax romana basada en la aniquilación de los que no se someten, la paz que se construye entre pueblos hermanos.
La tergiversación de la paz que propone Jesús, interpretándola como la paz que propone el poder de dominación, tiene la misma larga historia de los poderes dominadores. Ya en el siglo IV Eusebio de Cesarea sintetizaba la visión teológica de la Iglesia en tres principios, un solo Dios, una sola Iglesia, un solo Imperio, que dio pie a la afirmación de Pablo Orosio, según la cual “la paz de Cristo es la paz del imperio”, la célebre “pax romana”.
La jerarquía eclesiástica es coherente. Siempre está en contra de los movimientos populares y de los gobiernos que los expresan cuando éstos plantean determinadas reformas a las que las grandes corporaciones se oponen. Así sucede en Venezuela, en Bolivia y en Ecuador, por citar los casos más significativos. Así es también en nuestro país.


Por Rubén Dri 
Filósofo. Profesor de la Facultad de Ciencias Sociales (UBA).

Los medios son la oposición

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El periodismo empresarial y monopólico presenta al pueblo argentino su grilla de candidatos, entre los cuales éste deberá elegir al próximo presidente. Ejerce así su derecho de corporación victoriosa en las últimas elecciones, de digitar quienes pueden y quienes no, aspirar a la primera magistratura argentina.
(insert 1 - como no conozco prenda que no se parezca al dueño, según se dice, la oposición política carece tanto como los medios de las más básicas nociones de democracia. Están, eso sí, abotargados de "republicanismo", formalismo que no incluye en su concepto a la democracia efectiva. Si no bastan los diputados derechistas electos que celebraron el brulote de Mirtha Legrand sobre el golpe de estado en Honduras con risas y sonrisas, allí está la tarea conspirativa y golpista de la Coalición Cívica Libertadora de Carrió y secuaces, Eduardo van der Kooy conjeturando sobre un adelantamiento de las elecciones de 2011 o los patrones agrarios en su conocido ataque sedicioso de 2008)
Para acceder al olimpo mediático no se requiere "ser un ganador" ni "ser popular" (mucho menos). Los candidatos deberán acordar un pliego básico de condiciones para que las corporaciones periodísticas le concedan el gobierno, a saber:

1-NO ser kirchnerista,
2-restaurar los privilegios de las patronales agrarias, corporaciones sojeras y agroexportadoras vía eleminación de retenciones,
3-devaluar el peso para sostener los márgenes de ganancia de los empresarios e industriales,
4-reducir drásticamente el gasto público,
5-NO tocar el statu quo en materia de legislación de medios de comunicación,
6-hacer la vista gorda ante la conformación de monopolios,
7-terminar con las negociaciones paritarias,
8-bajar los "costos laborales" vía precarización del empleo,
9-"reinsertar al país en el mundo" vía endeudamiento,
10-reprivatizar los fondos de pensión.

Este decálogo básico es el mínimo requerido para acceder a la grilla de "presidenciables" bendecidos por los medios concentrados. Hasta ahora, estos son:

-Carlos Reutemann
-Julio Cobos
-Mauricio Macri
-Hermes Binner

Como se ve a simple vista, tres De la Rúas y un Menem. O, retraducido, tres idiotas dóciles y un garca transero. Todos ellos de acuerdo en el decálogo, todos ellos grandes diagloguistas/consensuadores. Todos ellos potables para las espectativas del stablishment. Todos dispuestos a cumplir.

En estos días, además de la presentación e instalación de los candidatos "razonables", los medios se han desbandado en una orgía de antikirchnerismo que ya ha sido descripta aquí. A primera vista, y sin demasiadas luces por parte de quien esto escribe, es obvio que se están sorteando la piel del león sin haberse asegurado de que está efectivamente muerto y no simplemente desmayado. Borrachos de perspectivas, sueñan con una restauración neoliberal que borre al kirchnerismo de la historia. Quieren olvidarse de estos años como de un mal sueño.
Tengo malas noticias:
No solamente el kirchnerismo no está muerto, sino que Néstor y Cristina Kirchner está lejos de dar por terminado su ciclo. Y no están solos, como se verá próximamente. Pero además, el kirchnerismo se ha transformado ya, mal que les pese, en un concepto. En una idea.
Los conceptos de

-mayor intervención estatal en la economía
-que los recursos estratégicos del país deben ser estatales
-que las jubilaciones debe administrarlas el Estado
-que los trabajadores pueden y deben negociar sus salarios en paritarias amparadas por el Estado
-que las violaciones a los derechos humanos deben tener juicio y castigo efectivos
-que la participación popular tiene valor en una democracia
-que las ganacias extraordinarias del sector agroexportador deben pagar retenciones
-que se deben mantener los superávits gemelos
-que no debe cargarse sobre los bolsillos del pueblo las ganancias empresarias vía devaluación
-que no pueden liberarse los precios del mercado interno
-que la obra pública es una efectiva manera de mejorar la vida de los ciudadanos

Y muchos puntos más, son parte ya de una forma de entender al país. Y los restauradores comprobarán esta situación en cuanto intenten retroceder el reloj. Una parte del pueblo puede haber votado contra un estilo de gestión, más o menos influenciados por la propaganda negativa. Pero verán los liberales que hay cosas que ya no pueden deshacer sin sangre, igual que lo comprobaron los delincuentes de 1955.
Irreversible. Eso es el kirchnerismo.
 
 

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