Reflexión electoral

lunes, 7 de marzo de 2011 ·



Comparto este escrito que me llegó por correo. Lo realizó un Sampedrino después de reflexionar sobre a quién votar las próxima elecciones. 

El domingo pasado mi hijo de 9 años me preguntó: “papá ¿vos a quién vas a votar?” y yo no supe qué responderle. Apagué el televisor, me preparé unos mates y me quedé pensando. En mi cabeza me vinieron imágenes de tantos otros momentos en los que estuve en esta misma situación y me pregunté ¿por qué me cuesta tanto decidir mi voto si escucho a gente que ya tiene muy en claro a quién votar? Por un momento –debo confesarlo- me sentí un poco estúpido pero después me di cuenta que esa gente que tan claro tenía a quién iba a votar agarró la cacerola dos años después cuando De la Rúa, o dijo “no lo voté” cuando Menem. Entonces pensé: ¿cómo puedo darme cuenta de qué voto me conviene hacer?
Agarré un papel y una birome y me puse a escribir lo que recordaba de cada gobierno en mi vida personal. Y saqué una conclusión.
Y bueno, eso es lo que quería compartir con todos los que están en mi situación, porque quizá pensando en qué nos pasó en realidad como familias podamos saber qué es lo que nos conviene votar.

-Gobierno de Alfonsín: en ese momento yo era chico, pero lo que recuerdo era que mis viejos estaban desesperados y mi vieja me mandaba a comprar el pan y la leche a muchas cuadras de mi casa. Luego me enteré de que era por la hiperinflación y entonces había que comparar precios por todos lados para comprar en donde estuviese más barato.

-Gobierno de Menem: acá yo ya era adolescente. Me acuerdo de que en esa época íbamos seguido al súper y comprábamos electrodomésticos a lo loco, pero también mi vieja estaba preocupada porque había entrado mucha ropa importada muy barata y ella, que es modista, casi no tenía trabajo. Yo veía que muchos talleres y fábricas del barrio iban cerrando y lo que más recuerdo es que los padres de una amiga se habían separado. Tiempo después encontré al padre cartoneando. Pero no recuerdo bien si eso fue con Menem o la Alianza, yo estaba en lo mío ocupado de progresar en el trabajo.

-Gobierno de la Alianza: mi vieja la votó y yo también. Ella me decía que Menem había vendido todo y arruinado el país y que la Alianza era la salvación. A mi vieja le gustaba mucho Meijide. De mi trabajo no me podía quejar, más o menos iba progresando y estaba juntando plata para casarme en Marzo de 2002. Al final no me pude casar porque se vinieron los patacones, el corralito y el cacerolazo. En diciembre me quedé sin laburo, el mundo se me vino abajo, estaba desesperado, no sabía qué hacer. Me acuerdo de mi abuelo despotricando contra el gobierno porque le habían bajado la jubilación que ya de por sí era una miseria.
Estaba harto de los políticos, de los noticieros, todo me ponía de mal humor y estuve casi dos años sin encontrar laburo, con la familia ayudándome en lo que podía. En ese momento sentí vergüenza, mucha vergüenza, me sentí un incapaz pero también veía que eso no me pasaba a mí solo: mis amigos y la familia de mis amigos estaban en la misma.

-Entretiempo (se me ocurre ponerle este nombre a esta parte porque no me acuerdo de todos los presidentes que tuvimos en ese tiempo. Y después vino Duhalde. Cuando dijo que el que puso dólares recibirá dólares no voy a negar que tuve la esperanza de recuperar lo poco que había ahorrado. Pero bueno, ya todos sabemos qué pasó con eso.)

-Gobierno de Kirchner: en casa no lo votamos porque no sabíamos ni quién era. No nos caía mal, cualquier nuevo gobierno era esperanzador de todos modos. Pero por más que quisiéramos no lográbamos entender bien a este tipo. Pero bueno, al tiempo conseguí trabajo y me ocupé de lo mío. Con mi novia volvimos a ahorrar y por fin nos casamos.
Comenzamos viviendo en lo de mis viejos mientras construíamos nuestra bendita casa arriba de la de ellos. Mi mujer también consiguió trabajo administrativo en una fábrica que abrió a la vuelta de casa, por lo que, entre los dos, la cosa se hizo un poco más fácil. Poco a poco las persianas de los talleres del barrio volvieron a abrir y el barrio dejó de ser un barrio fantasma. Abrieron comercios, se veía a gente andando en la calle, el ánimo estaba bastante mejor.
Empecé a ver en la tele a Lilita Carrió con las denuncias, de nuevo. Al principio la escuchaba porque me parecía que tenía razón, aunque debo confesar que me daba cuenta de que cuando veía mucho noticiero me ponía de mal humor y me perdía de tiempo con mi familia (ya había nacido mi hijo) y salir de paseo.

-Gobierno de Cristina Kirchner: Bueno, esto es donde estamos ahora. Para ser 100% sincero, yo no la voté. Voté a Lilita Carrió porque me parecía más honesta. Pero Cristina no me caía del todo mal. Después vino el tema del campo que, la verdad, me enojó muchísimo, pero me enojó con todos. Algo parecido a lo que me había pasado después del cacerolazo de 2001. Los cortes de ruta, las amenazas, veía en esas personas que salían por televisión un espíritu violento y egoísta, como que pensaban sólo en ellos y el resto que se joda. También tuve miedo porque decían que se venía otro 2001 y yo no quería volver a vivir eso, justo cuando las cosas nos iban bien a toda la familia: tenemos trabajo, casi termino la casa, mi abuela está contenta porque se pudo jubilar como ama de casa y poco a poco van aumentando las jubilaciones (aunque, creo, deberían aumentar más).
Después, cuando vino la crisis de Estados Unidos, tuve más miedo, pensé: “chau, acá fuimos”. Porque en nuestro país con todas las crisis nos fuimos al tacho y en la tele no paran de decir que nos estamos yendo al tacho. Yo sé que no puedo hablar en nombre de todos los argentinos, pero creo que sí puedo hablar en nombre de los que conozco: hasta ahora ninguno perdió el trabajo ni postergó susproyectos.
Y eso me hace estar cansado, harto, no quiero ver la tele, no la quiero escuchar más a Lilita porque cuando habla parece que estamos en medio de una catástrofe y que nosotros nos vamos a hundir. Y el campo... bueno, el campo ya tuvo lo que quería y seguramente tendrá más (más de lo que cualquiera de nosotros podamos imaginar).
Entonces digo “¡Basta! Déjennos vivir en paz a mí, a mi familia y a todos los argentinos, ¡dejen de decirnos qué hacer!”. Yo todavía no sé a quien voy a votar, pero ya lo sospecho. Porque si me dejo llevar por los medios tengo que votar a quienes en sus programas nos prometen que van a cambiar este horror (horror que yo no llego a ver del todo), pero si me dejo llevar por mi realidad, entonces tengo que votar por esta realidad porque es la mejor realidad que tuvimos en años, y yo quiero mantener lo que con tanto esfuerzo logré construir, ¿quién me garantiza qué será de mi, de mi familia o de mis amigos si Lilita o algún otro candidato de la oposición vuelve a endeudarnos con el FMI, o vuelve a bajar las jubilaciones? ¿perder el laburo?. No, no quiero vivir eso de nuevo.
Eso sí, voy a estar muy atento a lo que pase después, y tener todo esto en cuenta en las próximas elecciones presidenciales, pero no creo que sea el momento de hacer apuestas riesgosas. No por ahora, ¿por que? ¿tan mal estamos?
Espero que esta reflexión que escribo y comparto no sólo me sirva a mí para saber qué hacer sino que también le pueda servir a otros para pensar en su propia vida y desde ahí decidir qué hacer. No voy a pedir que reenvíen este mail a 10 personas para que luego no les pase algo malo. Sino que pido que lo envíen a todas las personas que sientan que les pasa esto mismo porque si no reflexionamos sobre nuestra verdadera situación real, entonces es seguro que, como familias y como sociedad, algo realmente malo nos puede volver a pasar.

Yo, un argentino más.

2 comentarios:

chela dijo...
marzo 08, 2011  

Tuviste una buena idea, Fer. Si cada uno de nosotros escribiera sus autoreferencias, nos aclararíamos el panorama. En Psicología, proponemos que se anoten los proyectos y metas para un tiempo determinado y guardarlo. Pasado ese tiempo, sacar el papel y "ver", para festejar, para corregir, para reemplazar, para mejorar, para perdonar.
Y así me sonó tu propuesta. Como soy mayor que vos - con Alfonsín ya estaba casada y con 2 hijas - me va a llevar más tiempo.
Pero, ya sé a quién votar. Y seguro coincidimos. Un abrazo.

Fernando dijo...
marzo 08, 2011  

Jeje. Está bueno lo de Psicología. Esto lo escribió otra persona, seguramente si escribo el mío también me va a llevar un poco más el de Alfonsín.
En otro momento lo hago.
Saludos

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