Casildazo ¿por qué había sido?

martes, 21 de septiembre de 2010 ·

A pesar de que ha pasado tiempo ya, todavía se puede apreciar por la ciudad, en algunos parabrisas traseros la leyenda por cierto un poco mentirosa: "Argentina se levanta con el campo, nunca sin el campo, menos aún contra el campo", que algunos que no tienen parabrisas por no decir otra cosa, siguen repitiendo con la intención de mantener esa imagen de héroe que se le dio al sector en aquel tan recordado Lock Out Patronal. 
Ese convencimiento con el que te aseguran que fue El Campo, quien salvó País, va perdiendo firmeza a medida que no pueden sostener lo que dicen. Si El Campo, así es como se autodenominó el sector, adueñándose de una palabra que contenían a personas que no estaban de acuerdo con el mismo. Si El Campo es ese héroe nacional que rescató a este país de la crisis del 2001, ¿por qué dejó entonces que se perdieran 30 y pico de vidas, en aquellas revueltas que terminaron con El Aburrido disparando en helicóptero? ¿Por qué no hubo anticipación por parte de ese héroe a esa catástrofe nacional? La repuesta está en la alteración de los papeles. Héroes son las buenas políticas de Estado que decide tomar un Gobierno para contrarrestar una crisis. Buenas políticas que resulten efectivas. Nada tienen que ver las decisiones que toma un sector para sortear cualquier crisis,  que no pasan de elegir por un cultivo u otro, una actividad u otra sobre sus propiedades, y que comúnmente se basan en el individualismo de conseguir menor costo y mayor ganancia. 
Si es El Campo quién salva al país, ¿en aquellos momentos desgraciados, dónde estaban? O será que lo del Sector es algo profundamente más filosófico, que para el país sea salvado de "algo", debe primero sufrir ese "algo". 
Si no son las medidas que toma un gobierno, que salvan o hunde un país, ¿cómo existió entonces El Casildazo? Antes del 2003 las medidas eran otras, también hay que decir que era otro el gobierno. Lo que está claro es que el Sector de El Campo, pasó de esa lucha contra la usura financiera de bolsillos vacios, a esa lucha de bolsillos abultados contra las políticas distributivas de un gobierno.





Se produjo el martes 15 de enero de 2002. Fue la respuesta de los casildenses a la injusta política económica que estaba llevando a la ruina a miles de productores agropecuarios y desmanteló el entramado industrial de la región, con consecuencias sociales nunca vistas en estas tierras.

Difícilmente podrá contarse la historia de nuestra ciudad sin incluir en ella el hecho popular más resonante de su vida, que pasará a la posteridad con el nombre EL CASILDAZO, ocurrido el 15 de enero de 2002.
Génesis del conflicto
 
Pero como todo proceso social, éste también tiene su génesis: la injusta política económica que estableció el Menemismo durante los 90, que no fue modificada por el gobierno de Fernando De la Rua que le sucedió y que terminó por imponer el célebre Corralito Financiero, para evitar que los capitales abandonen el país ante la catástrofe que se avecinaba, determinó una pérdida de rentabilidad fenomenal a todo el entramado productivo del país, en especial a los agricultores de nuestra región y a las industrias que viven de ellos, base de la economía de Casilda.
El pueblo de nuestra ciudad fue el primero del país en observar que aquella política económica nos llevaba al desastre. Ello quedó demostrado muchos años antes, en abril de 1995, cuando los electores de Casilda fueron los únicos de la provincia de Santa Fe y entre los pocos del país en darle un rotundo NO en las urnas al presidente Carlos Menem, quien finalmente logró la reelección.
No obstante aquel retroceso, durante el resto de la década del 90 Casilda fue continuamente escenario de protestas populares por los más diversos motivos: almaceneros en pié de lucha contra grandes supermercados, obreros metalúrgicos pretendiendo al menos cobrar sus merecidas quincenas, chacareros protestando por la falta de rentabilidad, y tantas otras. 2001 fue el año más tenso. En medio de la desgracia colectiva que estábamos viviendo, lo más importante que se había logrado era unir a sectores que en el pasado habían estado disociados. En aquellos días de fines de los 90, todos juntos nos encontramos luchando por un mismo objetivo.
Se agudizan las protestas
 
En la mañana del lunes 31 de diciembre de 2001, los empleados de E. Gherardi e Hijos S.A. se concentraron frente a la sede del Banco de la Nación Argentina y del Palacio Municipal: reclamaban el cambio de un cheque que tenía la empresa, de un valor de $ 50.000, único modo de cobrar unos pesos para comprar los alimentos de la tradicional mesa de fin de año. El trámite bancario no prosperó, pero se logró que autoridades municipales consiguieran el dinero, que alcanzó a la magra cifra de $ 30 para cada empleado.
Ante este clima, 2002 amaneció con nubarrones más oscuros aún. El jueves 4 de enero se produjo una protesta de los obreros de Gherardi por el no pago de cheques y solicitando una ayuda a la provincia. Los obreros abandonaron su lugar de trabajo y realizaron una olla popular (consistente en arroz con salsa, choclo y carne, que fueron adquiridos en comercios y donados por particulares) en la intersección de Ruta 33 y 9 de Julio. Realizaron además el corte de la ruta por unos instantes. La situación de la empresa era tan comprometida, que el delegado Adolfo Sanabria remarcó que la planta tenía material para trabajar sólo dos días más. Esa mañana se llegó hasta hablar de implementar una cooperativa con participación de trabajadores, empresarios y dirigentes políticos, en caso de que no se solucione el conflicto, ya que Gherardi tenía compromisos de exportación.

Por su parte, el Intendente Municipal, Eduardo Rosconi, manifestaba a la prensa que la prioridad de su gobierno la tenía su Secretaría de Promoción Comunitaria, que recibía gran cantidad de reclamos de parte de los vecinos, que además de no tener trabajo se veían perjudicados por no poder pagar las boletas de los servicios públicos. La cantidad de anotados en busca de trabajo era cada vez mayor y la Municipalidad tenía que buscar todos los recursos para ayudar a esas personas. Indicó que una de las salidas más inmediatas serían los planes trabajar que lanzaría el gobierno nacional, pero se estaba a la espera de que se legisle.
El jueves 10 de enero se produjo una protesta frente a las sucursales de los bancos. Una caravana de camiones, autos, comerciantes y obreros se unió para reclamar por las injustas y prepotentes directivas que perjudicaban a la gente. Los manifestantes recorrieron todas las sucursales, comenzando por el Bisel, y elevaron un petitorio.  Esa mañana se arrojaron huevos contra algunos frentes y se encararon los edificios con camiones, en actitud intimidante. No hubo mayores muestras de violencia. Sólo se llegó a romper un blindex del Banco Nación.

Al día siguiente, en horas de la tardecita, se realizó un cacerolazo para reclamar por la situación. Unos 2.000 casildenses (cantidad nunca vista en nuestra ciudad) marcharon por las calles céntricas cantando y entonando el Himno Nacional Argentino. Aquella noche, trascendió que el martes 15 habría paro y cierre de comercios en toda la región.

Fin de semana con clima de gran tensión

El sábado 13 se reunió en Cañada de Gómez la Asociación de Entidades Empresarias de Sur de Santa Fe (ADEESSA). Desde Casilda concurrieron dirigentes del Centro Económico. Y el domingo, en San José de la Esquina, la Comisión de Emergencia Regional, para evaluar la política económica recientemente implementada por el gobierno de Duhalde. Participaron varios dirigentes de Casilda, entre ellos el Centro Económico, el Intendente Rosconi, Asuserfi y Mujeres en Lucha. Había también gente de Sanford, Correa, Cañada de Gómez, Bigand, Arequito, San José, Arteaga, Villa Mugueta y de otras localidades del sur de Santa Fe. Aquella mañana se dijeron muchas cosas: alguien expresó que “quedó el terreno listo para arder ante la primera chispa, y ¡encima hay sequía y calor en los campos argentinos!” Otros alertaron: “Tengamos cuidado, porque la mecha está encendida y la sensibilidad herida, pero debemos mantener la calma y el diálogo. De estar dormidos pasamos a no dormir, ahora que esto nos afecta a todos, la unión bajo consignas claras y la resistencia pacífica, dará más razón a los justos reclamos del pueblo, que deseamos sean escuchados, para evitar males mayores”.

El fin de la Convertibilidad: clave de la salida a la crisis

Ese mismo sábado en que se reunía la Comisión de Emergencia Regional, La Voz del Pueblo publicó una entrevista a Hugo Racca, presidente del Centro Económico, quien opinó sobre el fin del régimen de Convertibilidad y se mostró optimista de que la medida pueda significar el comienzo de un cambio. Los párrafos más importantes de sus opiniones son los siguientes:

“Este es un cambio histórico, pues abandona un tipo de cambio atado al dólar y se avanza a un régimen de flotación cambiaria. Para lograr sostener el nuevo régimen, es necesario complementarlo con una política que ataque el déficit y el excesivo gasto político. El cambio resulta positivo porque los costos mayores serán trasladados fundamentalmente a las empresas privatizadas de capital extranjero y se beneficiará al sector exportador. Es importante cumplir con la promesa de no aplicar retenciones a las exportaciones agropecuarias. Ello dará una mayor rentabilidad a nuestro campo y al sector frigorífico exportador. Esto podría aumentar la demanda de maquinaria agrícola, silos y básculas. Además, la devaluación del 40% coloca a nuestras empresas metalúrgicas en una mejor situación frente a la importación brasileña y podría posibilitar algunas exportaciones. Respecto de la actividad comercial: en el corto plazo se prevé una baja demanda debido a un inevitable aumento de precios y a la escasez del crédito, pero en la medida que se de una mejora en el campo y en la industria, esto posibilitaría ponerla de a poco en marcha”.

El CASILDAZO del 15 de enero

A pesar del optimismo de algunos, que vislumbraban en el fin de la Convertibilidad el inicio de una nueva etapa en el país, los casildenses querían marchar. Ese mismo fin de semana un grupo de vecinos se convocó en el salón trasero del Bar Español, adjunto al Teatro Casado, y acordó llamar a una marcha para el martes siguiente. Se redactó un volante, que se hizo circular rápidamente, con las siguientes palabras:


Por un proyecto Económico y político al servicio del pueblo

* Contra el poder financiero usurario.
* Basta de hambre y desocupación.
* En defensa de la producción nacional.

El martes 15 marchamos a las 10 hs. desde 25 de Mayo y Buenos Aires.

Vecinos de Casilda Autoconvocados.




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