Todos tienen derecho

sábado, 30 de enero de 2010 ·

Todos tienen derecho....

...a gustar u odiar a los K, elogiar o criticar, apoyar u oponerse a un Gobierno que para unos es  populista, y para otros está poniendo varios puntos en las íes que  faltaban en políticas nacionales…

…a idolatrar a Maradona como Dios en la tierra, o tenerle lástima como un pobre pibe del potrero que se mareó con la popularidad y la guita…

…; hablar mal de la Presidenta (menos tratarla de “yegua” porque eso hiere la dignidad elemental del cargo presidencial, al final es la Presidenta) o hablar mal de la Carrió (en este caso pueden llamarla de “gorda”, no es ofensivo)…

…a apoyar a Redrado como el Golden Boy salvador de la Patria en todos estos seis años, o al “pendejo” caprichoso que intentó hacerse la víctima, y renunció cuando vio que la oposición que lo había engolosinado, finalmente le abría la mano y la Bicameral iba a aconsejar su remoción…

…a pensar que la oposición es bastión de republicanismo y democracia o un rejuntado peor que el oficialismo, que sufre, obviamente, todos los males de los políticos argentinos…

…a denunciar que los de la Tupac Amaru son guerrilleros encubiertos, o admirarlos como ejemplo a ser seguido, multiplicando por todos los rincones militancias que en lugar de perderse en luchas internas, trabajen positivamente en organizar la gente para progresar y salir de la exclusión…

Pero a lo que no hay derecho
alguno es a:

  1. Oponerse a que la Argentina salde su deuda con las sobras de sus reservas, que se fueron acumulando en todo este tiempo, para poder reinsertarse en el escenario del crédito internacional. O utilizarlas en generar producción y empleo, para fortalecer el crecimiento económico. Algo que hasta Obama está haciendo en los States. Puede (y debe) la oposición exigir un uso discrecional, controlado, y no “politizado”. Pero no se puede apostar al “cuanto peor, mejor”.
  2. Querer que la Argentina se endeude, con o sin FMI, porque el endeudamiento es, en lo mínimo, “peligroso”. En algunos casos, “suicida”.
  3. Anteponer intereses personales o grupales a los de la comunidad toda. Un poco de grandeza en los que gobiernan pero también en los que son oposición. Porque uno lo que ve desde fuera es que, pese a sus errores, el Gobierno sabe rectificar sus procederes, sujetándose inclusive a un Congreso que no tiene cómo serle obsecuente, y que inclusive consigue derrotarlo como en el caso de la 125. Pero en la oposición, hay varios que quieren que el circo pegue fuego, de cualquier manera y a cualquier precio.
  4. Por último, no tiene derecho a olvidarse de diciembre del 2001. La quijotesca vuelta al ruedo del dinosaurio Duhalde es una afrenta a la memoria. Idem el elogio a la represión militar, la tortura o el terrorismo de Estado.

Y si, haciendo uso del libre albedrío que le corresponde como ser humano, prefiere defender cualquiera de esos itens, no hay problema alguno. Apenas forma parte de los apátridas o vendidos, que anteponen sus odios personales o sus privilegios económicos al bien común de todos los argentinos.

E.F.








1 comentarios:

Ester Lina dijo...
enero 30, 2010  

Tenés razón.
No tienen derecho a poner palos en la rueda, esa horda de opositores a todo, porque lo que buscan es vencer al gobierno.
Son los que desguazaron al Estado nacional, los que primero congelaron y luego bajaron las jubilaciones, los que inventaron y se beneficiaron con la deuda externa, crearon la “patria financiera” , destruyeron las leyes laborales, huyeron cada vez que gobernaron, fueron autoritarios siempre que les convino, fundieron la industria nacional, inventaron la hiperinflación...
Por eso, ahora no tienen derecho!!!
Saludos

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