El celoso

Estaba viendo el programa 678, en el que Luis Zamora reafirma de nuevo, que le molesta que el gobierno se haya apropiado de la lucha por los Derechos Humanos. Y en un arranque de celos, nos recuerda que el fue uno de los primeros, de los que comenzaron la lucha junto a las abuelas y madres de plaza de mayo.

Yo me pregunto: ¿la deformación te viene con los años? Porque no puede ser que te moleste, que la lucha que comenzaste mucho tiempo atrás, hoy tenga tantos adherentes, tanta gente que ha tomado conciencia. No se puede creer, que ante tantos gobiernos democráticos que ignoraron la lucha o la minimizaron, te moleste éste, que se hizo cargo. 

Cuanta razón tiene Feinmann, la izquierda es la izquierda de la derecha. 

Porque...   ¡no podés ser tan tarado!. La lucha por los Derechos Humanos, no es la canción que te gustaba solamente a vos, y que al hacerse tan conocida y popular,  te empieza a reventar los huevos, te molesta tanto que hasta creés que la escuchás dormido. No, la lucha cuanto más nos abarque a todos, cuanto más estemos involucrado en no perder la memoria, mejor va a hacer. Esa afirmación sobre la apropiación por parte del gobierno, no es más que la opinión de un tilingo, que sí, en realidad, se creyó que esa lucha era solamente de él.

Lejos está Zamora de parecerse a Scalabrini Ortiz, que ante la nacionalización de los ferrocarriles por Perón, no salió a gritar "eso es gracias a mí, que escribí tanto sobre el tema", "eso es gracias a mí, que fui el único que reclamaba esto". No señor. Scalabrini Ortiz disfrutó de aquel tumulto que se manifestaba en fiesta por la decisión de Perón, en silencio. Se sumó como un número más. El sabía que la historia se iba a ocupar de darle su crédito, no precisaba salir a gritar que esa lucha la había comenzado él, desde los libros.

En otra opinión emitida por Zamora, siguiendo con su molestia por el gobierno y los Derechos Humanos, dijo que teme que las abuelas sean arrastradas por el fracaso del gobierno. Y lo dijo como si al ser arrastradas supuestamente, según Luisito, conlleva a pensar en algo horrible, macabro, que sé yo, pensar en el mismísimo infierno como lugar de destino de su lucha por los Derechos. Querido Luis, ¿qué puede ser más doloroso que la pérdida de un hijo, y el arrebato de sus nietos? ¿a qué lugar pueden ser arrastradas las abuelas y las madres? ¿al mismísimo infierno? Si el infierno fue el origen de su lucha. Ellas ya estuvieron allí. Ningún gobierno puede hacerles más daño del que le hicieron los militares. 

¡Por Dios Zamora! ¡Sos un tipo grande!, que está dejando de ser un gran tipo.

Dejáte de joder.