Había pensado comenzar con otra cosa, pero ocurrió un hecho que me llamó la atención. Mucho se ha hablado en el fútbol como mito en si mismo, de esa acción colectiva con un aire sindical que adoptan la mayoría de un equipo, para demostrar que están en desacuerdo con quien los dirige.
Aclaro que soy más bien hincha que fanático de Boca. Pero lo ocurrido en el día de la fecha, da por el suelo mis argumentos con los que me defendía de aquellos que afirman que en el fútbol todo está arreglado, que existe la posibilidad de que una gran parte de un equipo tire para atrás, con tal de hacer notar que están desconformes con algo, que son ellos los que manejan sus voluntades en el campo de juego, aún a costa de llevar a un equipo a la peor de las situaciones.
Muchos habrán delirado, festejado los cuatro goles de Boca, y se supone que yo debería estar haciendo lo mismo. Pero me pareció alevoso, desproporcionado el contundente marcador de hoy. Podrían haber ganado por un gol, para que no se notara tanto que venían jugando mal porque así querían hacerlo.
Para muchas personas el sentimiento hacia su equipo es sagrado, y los resultados que este obtiene les modifica el sentido del humor. Hay jugadores que pareciera que esto le importa tres pitos, y además de jugar en el campo de juego por el dinero mismo, por ese sueldo que un obrero tiene que estar un par de años para juntarlo, comienzan también a jugar con la alegría de la gente. ¿Para qué carajo tienen que tirar todo un campeonato, al equipo hacia atrás, y al otro día en que han logrado la destitución del técnico, juegan de maravilla?
Pregunto.
¿Por qué carajo no hacen un paro, antes de perder tantos puntos?
Menos mal que la ensalada opositora es un puterío y no le presta atención estas acciones del fútbol, porque sino aprenderían bastante sobre como llevar a cabo un plan destituyente.
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