Los inseguros de Clarín
Es conocida la manipulación perversa, con fines políticos, que Clarín realiza en todo a lo que seguridad respecta. Eso no significa que no existan asaltos: somos parte de un país atravesado por políticas neoliberales, es lógico que la delincuencia sea parte de nuestra cotineaneidad.
Analicemos entonces la construcción de la significación de “inseguridad”, pero desde las noticias que sí se publican.
Nos servimos de algunos de los títulos que aparecen al buscar en Clarín las palabra “asalto” de los últimos tres meses:
Asaltaron un restaurante en Recoleta
Asaltaron a una familia en Córdoba y le robaron hasta las ollas
Caballito: asaltaron un restorán y robaron a los clientes que cenaban
Asaltaron a Ana María Picchio en Palermo
Córdoba: violento asalto a una pareja en su casa
La Plata: roban un restaurante donde había unas 30 personas
Violento asalto en un barrio privado de La Plata
Asaltó una casa en Núñez y al escapar hizo sonar una alarma: lo detuvieron
Van a robar, toman de rehenes a 12 personas pero los atrapan
Roban y matan a golpes a la madre del dueño del restaurante “La Mamma Rosa”
Asalto y pánico en una peluquería
De estos títulos, que bien podrían considerarse un muestreo de lo que Clarín publica periódicamente, se deduce que:
1. La tendencia del diario es publicar noticias de asaltos cuyas víctimas son personas de clase media; de hecho, no es casual que sean varias las notas de hurtos en restaurantes -en las que se enfatiza la cantidad de comensales que había en el momento del robo-, peluquerías o barrios privados. La intención está orientada a fomentar un modo de pensar que bien podría sintetizarse diciendo “ni siquiera nuestros espacios de ocio estamos seguros”. No es casual entonces que se repita, como la oveja que bala, que “salís a la calle y ya te pegan un tiro”.
2. Inherente al punto anterior, se excluyen todos los episodios en donde personas que viven en situación de pobreza o en barrios carenciados son las víctimas. Pues Clarín tiene su base de lectores -compradores- en la clase media; no se orienta a los sectores de clase baja: esto contribuye en buena parte a esa cultura de la discriminación ya establecida en nuestra sociedad, en donde el pobre debe vivir tras un muro que protege a los ricos. En otras palabras (las de Magnetto y Ernestina probablemente), el tema de la inseguridad es una cosa de la clase media; que a los pobres los asalten y los maten no es asunto de Clarín.
3. Una vez más (gente de las provincias argentinas, a hacer énfasis en esto cuando haya debate acerca de la nueva Ley de Medios) se observa la política de “Capital, el Gran Buenos Aires y el resto del país me chupa un huevo”.
Las noticias de los hechos sucedidos en La Plata y Córdoba pretenden “disimular” el hecho de que el federalismo se les fue por la alcantarilla de la mediocridad periodística, pues la mayoría de las noticias son acerca de barrios de la Capital. Resulta que no sólo no hay asaltos, para Clarín, en los barrios de gente humilde, sino tampoco los hay en Formosa, Misiones, La Pampa, Neuquén, Chubut….
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