Anibal Fernandez, que cuadrazo

jueves, 28 de mayo de 2009 ·

Aníbal Fernández es uno de esos blogueros orales que muchas veces alimentan un post. Como comentó alguna vez acá Rob Rufino, “hace un análisis profundo y lo resume en pocas palabras. O sea, todo un bloguer en potencia”. Ayer estuvo en Canal 26 con el roedor Mauricio Goldfarb, alias Mauro Viale. Venía tan embalado el hombre, que en un momento dio para grabarlo. Esto es lo que se pudo rescatar:

“Mauricio Macri, de peronismo, cero; Felipe Solá siempre fue un traidor, y Francisco De Narváez, para ser peronista se compró una camiseta”.

MV -¿Felipe Solá no es peronista?
AF -Es un traidor. Traicionó a todos. A Macaya, a Duhalde, a Kirchner, a Cristina. Pregúntenle a cualquiera que haya estado cerca de él. ¿Cómo es que un hombre que ha sido gobernador seis años no tiene amigos de la política? Un tipo que no construyó en su vida una masa crítica que lo acompañe habiendo estado en los lugares que estuvo. Esto es muy serio. El ha sido el conductor de una agrupación que se llama “Voy por la mía”. Yo en su momento le dije a Kirchner: “Lo vas a poner en la lista y te va a traicionar a los dos minutos, porque es su condición, está en su naturaleza, no va a perder el tiempo”. Y terminó como uno se lo dijo.

MV -¿Y De Narváez?
AF -Mandó un escrito y un video casero para explicar la causa de la efedrina. Si tiene tanta explicación, que vaya, se siente y lo explique. Porque el de las llamadas es un narcotraficante que le vende basura a nuestros pibes. Entonces, ¿él qué hacía llamando a ese celular? Hay 39 millones de celulares activos, pero el llamado al narco salió de el celular de De Narváez. Tiene que aclarar este tema, ¡venga y explíquelo, De Narváez!

MV -¿Jorge Reyna es un cuadro de Montoneros?
AF -Naaa, ni de Montoneros ni de nada. ¿Dónde está? ¡No existe! Cuando yo era un ministro así de chiquitito me venía a chupar las medias desesperado para que lo ponga en las listas a diputado nacional. Terminemos con estos chantas que son arribistas y buscan sacar una ventaja, es impresentable...

MV -Chiche Duhalde dice que usted es un maleducado (en referencia a que Aníbal F. había señalado que José Ignacio Rucci se tiraría de los pelos si viera con quiénes está su hija en la lista).
AF -Yo uso palabras bien llanitas o no tan pipí cucú como para que seamos todos pulcros o hipercultos y no sé qué cosa. La que es maleducada es la hija de Rucci que me trata de miserable por recordar a su padre. ¿Por qué uno es miserable? ¿Porque le cayó linda la palabra? ¿Por qué la instruyeron para que me insultara? ¿Para que luciera el poco histrionismo que tiene y no tuviera que hablar de cosas desagradables como, por ejemplo, el reconocimiento tácito que hace de que su padre fue muerto por la Triple A para cobrar 224 mil dólares en concepto de familiar de víctima del terrorismo de Estado? La segunda parte de la respuesta es que la mujer de Duhalde se cuelga permanentemente de mis pantalones porque tiene vocación de pelear conmigo. Yo también quiero contarle a la gente algunas cosas. En los días previos al hecho de Kosteki y Santillán, nosotros sabíamos que iba a haber conflicto ese 26 de junio. Yo era secretario general de Presidencia y se lo comunico a la gente de Inteligencia. El tema por parte de Chiche y otros era que no iban a pasar del puente, y que si era necesario había que reprimir. Yo entendía que no era forma de resolver el tema, había que encontrar la alternativa de sentarse y acordar de la mejor manera posible, hablando, que es como se resuelven los problemas sociales. Discutimos fuertísimo con Chiche. Al otro día la llamé por teléfono para decirle que si se reprimía esto iba a terminar muy mal, y ella me contestó: “¿Por qué no me dejás de romper las pelotas?”. El maleducado no soy yo, y esta viveza terminó con dos muertos. Ah, y mientras dos días después estábamos sentados con el presidente Duhalde tratando de descular este tema y buscando al asesino, el asesino estaba sentado tomando mate con Felipe Solá en su despacho, con ese olfato tan claro que tenía como gobernador.

MV -¿Usted los conoció a Kosteki y Santillán?
AF -Santillán trabajaba con un chico que era cura en Quilmes, Alberto Spagnuolo. Vinieron a verme en 2001, cuando yo era ministro de Trabajo, y me dijeron que tenían tres grupos muy comprometidos con el hambre y que había encontrado una manera de resolver problemas en la fabricación de pan. Me pidieron hornos para hacer pan, que costaban 450 pesos cada uno. Pero como el papeleo demandaba unos quince días y ellos tenían complicaciones, les di la plata y les dije “me la devuelven cuando puedan”. Me despedí de ellos y me dije “no los veo nunca más”. A los 30 días aparecieron los dos y me trajeron los 450 pesos. Santillán era un pibe que estaba preocupado por los otros, que tuvo la oportunidad de afanarle 450 pesos a un funcionario y no se los afanó. Era un caballero. 


Fuente: Los Caniches

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